El carnaval de 1964 fue diferente en Guayaquil. Los periódicos reseñaron que no se jugó con  agua,  harina o anilina.

¿La razón?
Se promovió el carnaval culturizado, que incluía fiestas, desfiles y comparsas y cuyo centro de atención era una reina: Gladys Coello, que en ese tiempo tenía 20 años.

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Ella, que hoy tiene 59 años, dos hijos y tres nietos, recuerda que fue la última candidata en inscribirse al concurso después de aceptar la insistente sugerencia de un periodista, quien estaba convencido de que ganaría.

En aquella época Gladys trabajaba en una empresa como  demostradora de productos de belleza, que le dio su respaldo para participar.

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La competencia
En la primera parte del evento compitió con otras 51 chicas y quedó entre las 10 finalistas.

En la siguiente etapa, después de unos días, el 8 de febrero, la proclamaron como la primera reina del carnaval culturizado en Guayaquil, en el coliseo cubierto.

“Fue una noche emocionante”, dice Gladys, quien en la sala de su vivienda en Sauces 2, muestra su tesoro: fotografías  blanco y negro y recortes de periódicos amarillentos por el transcurso de los años de aquella ceremonia.

Ella recuerda la presencia efusiva del público, pues, “a diferencia de  los actuales concursos de belleza”, dice, la entrada al coliseo era gratuita  y el día de la elección los habitantes de la ciudad saturaron el lugar y le dieron sus aplausos y apoyo.

El domingo de ese carnaval de 1964, que en aquella época fue el 9 de febrero, la reina dio un paseo por el río Guayas en una motonave y luego entró a la ciudad por el Yacht Club Naval.

Ahí comenzó el desfile por la avenida Nueve de Octubre, seguido por miles de personas, lo que al día siguiente llenó media portada  de EL UNIVERSO y fue noticia también para otros diarios locales.

Según informaron los medios, el Comité Pro culturización del Carnaval lo presidió Luis Alfredo Molina Arroyo, jefe civil y militar de la provincia.

Solo dos reinas más
Gladys recuerda que el concurso se realizó también en 1965 y en 1966, pero después desapareció.

¿Qué hace ahora la ex reina?
Con 39 años más, pero con la misma sonrisa que convenció al jurado, se dedica a los quehaceres de su hogar y también cuida de sus nietos.

Además, con su esposo Salvador Alvarado, que en aquella época era su novio y  caballero, recuerda los momentos de los desfiles y especialmente del baile de gala en su honor que se dio en la II Zona Militar, aquel lunes 10 de febrero.