Los titanes en el ring, programa de televisión que la escritora y cineasta ecuatoriana Viviana Cordero veía en la infancia, la inspiró para hacer su primer filme, que bautizó con un nombre similar: Un titán en el ring. Ella es la guionista y directora y anunció que lo estrenará al público el próximo 28 de febrero de manera simultánea en Quito y Guayaquil.
La cinta, que se hizo a un costo de 120.000 dólares, se filmó en San Ramón de Mulaló, provincia del Cotopaxi. Es una historia de ficción que cuenta la vida de los habitantes del pueblo, quienes inmersos en la pobreza, la falta de educación y la desesperanza, tienen como única forma de diversión el espectáculo de la lucha libre, en el que participan enmascarados.
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Este elemento juega como un símbolo en la película, porque lo que la cineasta se plantea es una indagación sobre la dualidad humana: ¿Qué hay detrás de la máscara? ¿Cómo somos realmente las personas? El guión lo escribió hace doce años, pero recién pudo llevarlo a la pantalla.
Esta producción cuenta con un elenco heterogéneo: las actrices Juana Guarderas, Martha Ormaza y Toty Rodríguez, el Rey de la Cantera, Pablo Haníbal Vela; el escritor y actor Telmo Herrera, los pobladores de San Ramón de Mulaló y el alemán Norbert Stimpfig, productor ejecutivo de la cinta, quien debuta como actor en el rol estelar del padre David. Él financió parte del filme.
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En Un titán en el ring no hay un protagonista en particular. Se habla de un colectivo social. Pero se destacan las acciones del sacerdote extranjero, que arriba a la población con el afán de ayudar y en su intento de conseguir dinero para sus buenas acciones llega a situaciones límites.
La directora evoca con ternura el trabajo de los pobladores de San Ramón de Mulaló y en especial de los niños, quienes actúan también en esta historia. “Fue maravilloso cuando hicimos los castings”, recuerda. Cordero muestra en su película una realidad sobrecogedora, a ratos agobiante y, aunque no tiene un final feliz, conserva dosis de optimismo.
Cuenta que decidió ser cineasta hace catorce años, cuando su hermano Juan Esteban, quien falleció luego, le pidió que lo apoyara con el guión y la codirección de la película Sensaciones. Una vez que terminó su labor, sintió que quería dedicarse por entero al cine. Al poco tiempo escribió Un titán en el ring, pero el texto lo guardó, hasta el año pasado, que tuvo la oportunidad de filmarlo.
En ese lapso publicó tres novelas, hizo una serie de televisión y escribió y dirigió obras teatrales. Ahora se ocupa de la comercialización del filme en las salas de cine nacionales y de ubicarlo en festivales internacionales.
ESCENAS
DIRECTORES
Viviana Cordero es la mayor de una familia de cuatro hermanos apasionada por el cine y el arte en general. Juan Esteban (fallecido) realizó el filme Sensaciones y Sebastián, el menor, dirigió Ratas, ratones, rateros. Ella estuvo muy cerca de estas dos producciones y ahora debuta como realizadora. Lorena es diseñadora.
COSTOS
Para hacer su película la directora abarató costos al máximo. Gastó 120.000 dólares, un presupuesto exiguo para una producción como esta.
RETAZOS
“La filmamos con colas de películas”, afirma. Con el nombre de colas se conoce a los retazos de las cintas que se usan en las grandes producciones y que se compran en Estados Unidos a menor costo.
RIESGOS
“Estas cintas pueden estar veladas, pero ese el riesgo que hay que correr”, comenta Cordero.