La penúltima representante del pueblo yagán que habitaba en los alrededores del austral canal de Beagle, murió anoche víctima de un derrame cerebral, confirmó el viernes la Policía.
 
Ursula Calderón Harbán, de 79 años, era la mayor de las dos últimas sobrevivientes de la etnia yagán. Al igual que su hermana Cristina hablaba la lengua originaria y alcanzó a vivir las costumbres de ese pueblo indígena
 
Ursula había sido hospitalizada el martes pasado en el Hospital Regional de Punta Arenas, hasta donde fue trasladada en un avión de la Fuerza Aérea de Chile.
 
Según relató su hija Julia González, antes que su madre se viera afectada por el derrame cerebral, había ido al cementerio donde se encuentran los restos de los miembros más antiguos de esta etnia.
 
El pueblo yagán, palabra  que significa ser humano o persona, sobrevivió en los últimos siglos en uno de los climas más inhóspitos del mundo como son los fríos archipiélagos del extremo sur del continente americano.
 
Según algunos estudios, estos indígenas que hablaban su propia lengua formada por más de 3.000 palabras, pasaron gran parte de su vida sobre canoas y se dedicaban a la caza de lobos marinos y nutrias.
 
Durante 1829 la población de yaganes se calculaba en al menos 3.000 personas, pero poco después una epidemia de rubeola hizo bajar drásticamente esta cifra a sólo 490 indígenas.
 
Hoy sólo ha quedado Cristina, aparte de unos treinta descendientes mestizos, que reside en la austral Villa Ukika, situada en la isla Navarino, a dos kilómetros de Puerto Williams, a más de 2.000 kilómetros al sur de Santiago.