En el sitio, se observa una zona devastada con montículos de restos de cemento armado y de madera que comenzaron a ser retirados por volquetes municipales y removidos por maquinaria pesada a cargo de
personal municipal de la Dirección de Obras Públicas.
Sobre los escombros estaban decenas de personas de escasos recursos a quienes el inclemente sol no impidió que rescatasen, de entre las ruinas, vigas de hierro retorcidas y palos de madera para construir sus viviendas en otros sectores de la ciudad.
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Policías metropolitanos custodiaban el área que fue cerrada al tránsito vehicular en el perímetro de las calles Huancavilca, desde Seis de Marzo hasta Juan Pío Montúfar, con la finalidad de facilitar los trabajos en el área y así retirar los restos de los inmuebles.