Activistas sudcoreanos realizaron una marcha de protesta ayer en contra de las decenas de cines que exhiben la última aventura de James Bond, lo que obligó a que diez de las 50 salas de Seúl retiraran la película de sus carteleras antes de tiempo.

La vigésima aventura de Bond, Muere otro día, que protagoniza el actor Pierce Brosnan, se estrenó el pasado 31 de diciembre y desató la ira de los coreanos del Sur y del Norte por las secuencias en las que, según sus detractores, se calumnia al régimen comunista del Norte y se ofende el orgullo nacional del Sur.