William Palacios Molina quiere hacer la revolución. Es el Alcalde de Alausí y como tal se siente comprometido con la reconstrucción del pasado histórico, económico y social de su cantón.En tono educado y pacífico se proclama el líder de un “municipio participativo”, cuya finalidad principal será “recuperar la autoestima de los pobladores, haciendo conciencia de lo que somos y de hasta dónde podemos llegar si nos lo proponemos”. Así se lo ha hecho saber a su pueblo. “¡Eso sí, hay que eliminar el paternalismo!”, enfatiza.Palacios ha delineado planes a corto, mediano y largo plazo para rescatar del olvido lo que él llama “el patrimonio universal” y ubicarlo “en el espacio que le corresponde”.Su principal misión es recuperar el valor histórico del cantón. Alausí está ubicado a 2.374 metros sobre el nivel del mar y a 84 kilómetros de Riobamba. Ocupa gran parte de la hoya que lleva su nombre y que también se conoce como Chanchán.Es un pueblo milenario a juzgar por los hallazgos que se han efectuado en sus tierras. Sus calles empedradas y sus viejas edificaciones, de hasta 150 años de antigüedad, le dan un singular aspecto.La Nariz del Diablo, el segmento más complicado y pintoresco de la ruta del ferrocarril, es otro de los atributos que ofrece Alausí; pero sin el ferrocarril, es como tener a una bella mujer encerrada en casa. Así lo entiende Palacios y por ello su primer plan será reactivar la línea férrea de la ruta Huigra-Alausí, a fin de incentivar el turismo. Sin embargo, su ambición máxima es rehabilitar todo el trayecto y darle constante mantenimiento. Solo de esa manera poblados enteros recuperarán su movimiento comercial y económico.Palacios quiere llamar así la atención de los inmigrantes alauseños que se encuentran en Venezuela, Colombia, Estados Unidos y Europa, para que inviertan en la industria del turismo.