Al grito de “devuelvan nuestra plata”, Rafal Vázquez buscaba una respuesta ante el retraso en la subasta del diario, incautado el pasado 8 de marzo.

No sabía por qué la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) ya no tenía el 99% de las acciones del diario, sino el 85%. “No es posible que esto haya sucedido, porque significa que los depositantes recibiremos menos dinero cuando se venda el periódico”, indicó.

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El primer intento por subastar el diario, en julio pasado, se declaró fallido, pues nadie se presentó al proceso. El medio estaba valorado en 2,5 millones de dólares.

Carlos Navarrete, quien al momento de la incautación de El Telégrafo tenía el 1% de las acciones, posee actualmente el 15%, por resolución de una Junta de Accionistas de agosto pasado.

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Nicolás Brito, presidente del Comité de Clientes del Banco del Progreso, dijo que la AGD debe explicar por qué permitió esos cambios accionarios y si existe la posibilidad de que esas resoluciones se reviertan.

El banco cerró sus puertas el 22 de marzo de 1999.