La esposa del presidente Hugo Chávez, de quienes está separada, le pidió el domingo que escuche al pueblo y evite que haya más muertos en Venezuela, que hoy vive el noveno día de paro general dirigido a presionar al mandatario a abandonar el poder.
Marisabel Rodríguez, una rubia de de 37 años y segunda esposa de Chávez, habló con la voz resquebrajada abrazando a su hija de cinco años -la única que tuvo con Chávez- y otro niño de ocho de un matrimonio anterior.
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"Presidente, por favor, en nombre de su hija, en nombre de su familia, en nombre del país, oiga al pueblo. Ministros, oigan al pueblo", dijo en una entrevista con la cadena de televisión Promar TV, desde la ciudad occidental de Barquisimeto, que fue transmitida por los canales de radio y televisión de Caracas.
A quienes ostentan el poder, agregó: "Dios no permitió que llegaran ahí para que mantuvieran el país en una zozobra, para que permitieran que el país se embochinchara".
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La esposa de Chávez pidió a las autoridades abrir las ventanas de sus casas para que escucharan el estruendoso cacerolazo en contra el presidente, que se repitió el domingo por la noche por séptimo día consecutivo en todas las ciudades de Venezuela y coincidió con la entrevista.
"Miren hacia afuera, abran y escuchen, pero con los oídos de la razón, con los oídos del corazón", agregó.
También extendió el llamado a la oposición, que lleva adelante un paro en el quinto exportador mundial de crudo para presionar a que Chávez acepte un referendo sobre su renuncia y que ha golpeando fuertemente a la vital industria petrolera.
"Oposición busque la prudencia", agregó. "Este país no se puede venir abajo por una persona, pero tampoco lo puede salvar una sola persona".
Las palabras de la primera dama fueron más allá.
"Secretario general de la OEA: ayude en lo que pueda, intermedie, sea mediador, como pueda, de este arbitraje que Venezuela pide a gritos", dijo en referencia a la facilitación que ejerce César Gaviria en una negociación gobierno-oposición para una salida electoral a la crisis.
"Y, por favor, pueblo de Venezuela tenga mucha fe de que este país. Si queremos, lo podemos sacar adelante y lo podemos redimir", agregó. "No podemos permitirnos un muerto más en este país, no podemos".
El país estuvo conmocionado el viernes cuando tres personas fueron asesinadas por disparos de al menos un tirador que arremetió contra una manifestación que daba respaldo a un grupo de militares disidentes que reclaman la renuncia de Chávez.
Otras 21 personas resultaron heridas de bala por el hecho, sucedido en una plaza en Altamira en el este de Caracas, donde los militares mantienen una vigilia desde hace siete semanas.
Esas víctimas se suman a la veintena que ha muerto en lo que va de año en choques violentos durante manifestaciones de "chavistas" y "antichavistas", que han sido más fuertes y frecuentes desde que Chávez fue brevemente derrocado en abril.
Rodríguez a mediados de año anunció su separación de Chávez y entre las razones adujo que le daría más tranquilidad a ella y sus hijos y mayor libertad a Chávez, un teniente coronel retirado de 47 años que dice liderar una "revolución pacífica y democrática" en el país.
Los enemigos del presidente lo culpan de haber arruinado al país con esa política, que dicen al estar acompañada de ideas de corte comunista ha sembrado el odio y la división social en la nación sudamericana. Esas son las principales críticas que han usado para llevar adelante el paro.
"Necesitamos, queremos un país en paz", dijo Rodríguez.