Sin embargo, las “caseras” del mercado, señalan que prefieren trabajar con el producto nacional, pues su sabor no es reemplazable por el de los vecinos del sur.
“Los peruanos se venden hasta a 60 centavos de dólar, pero solo los compran los que no saben diferenciar o realmente no tienen plata”, expresó Miguel Falconí desde su puesto en las afueras del mercado central.
Publicidad
Nacional es más caro
Los pollos nacionales vienen de la provincia del Guayas, o de Balsas, Marcabelí, que son los cantones avícolas de El Oro, y se venden a 80 y 85 centavos la libra, pero “tienen un sabor a balanceado y los clientes no regresan”, según dijo una casera que no quiso dar su nombre.
Agregó que a las seis de la mañana llegan camionetas con pollos de Perú, pero están hasta las 08h00, “de allí ya no se los encuentra, solo algunos vendedores de pollo en pie que andan por aquí”.
Publicidad
El jefe político de Machala, José Rosales, dijo que según informes del jefe policial aduanero de Huaquillas, capitán David Orquera, no se ha capturado contrabando de pollo desde la quema de aves incautadas en agosto pasado.
En dicho mes, las capturas se dieron por denuncias previas de la Asociación de Productores Avícolas de El Oro, quienes se sentían afectados por el ingreso de pollo peruano al mercado local.
Sin permisos
Los comercializadores huaquillenses de este producto pedían, en ese entonces, la autorización para importarlo y dejar de contrabandear, según ellos mismos reconocieron; sin embargo, dicho permiso les fue negado por las autoridades provinciales bajo el argumento de proteger al mercado local.
En Huaquillas opera la Asociación Frontera Libre, que reúne a 19 comerciantes de pollo, cuyo presidente admitió, en junio pasado, en una reunión en la Gobernación de la Provincia, que “mínimo un camión con 1.600 aves pasa a diario por algún control de la carretera fronteriza y las coimas pueden ser de hasta 300 dólares por camión”.
Los principales controles en la ruta Huaquillas-Machala son los de la Policía Nacional, Chacras (Servicio de Vigilancia Aduanera -SVA) y El Telégrafo (Fuerzas Armadas).
El ingreso de mercadería peruana, de contrabando, da lugar a una constante justificación de las autoridades aduaneras locales en la falta de personal y logística para controlar los pasos clandestinos a lo largo del cordón fronterizo.