Las lágrimas de Zoila Orozco Castillo muestran la desesperación de no poder sacar del Hospital Militar a su esposo, Luis Alfonso Cuadrado Baldeón, de 49 años, a causa de una deuda que asciende a 8.882 dólares.

En esa casa de salud permanece desde el 5 de agosto pasado, luego de que lo intervinieron por una herida de arma de fuego en la frente.

Esta la provocó uno de los cuatro delincuentes que ese día lo asaltaron en el sector El Arbolito, en Durán.

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Luis Cuadrado tiene una ladrillera en el km 20 de la autopista Durán-Boliche, sitio donde habita con sus siete hijos y dos nietos.

Como el negocio estaba malo, Cuadrado salía todos los días en compañía de su hijo Orlando, de 27 años, en un camión Chevrolet 1967, cargado con ladrillos.

El 5 de agosto pasado recorría el sector de El Arbolito cuando los asaltantes lo atacaron y le dispararon en la frente. El hijo detuvo la marcha y le robaron 150 dólares.

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El herido fue trasladado al Hospital Militar, donde estuvo 16 días en terapia intensiva y el 21 de agosto pasó a la sala de fisiatría.

Zoila está consciente que en el hospital le salvaron la vida, pero lamenta no tener dinero para cubrir la deuda. No obstante afirma que la cuenta era de 12.682,26 dólares y que canceló 3.800.
Afirma que en septiembre fue dado de alta, pero el director del hospital, el coronel Raúl Ariza Zambrano, le advirtió que si no cancela no egresa.

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Denuncia
Familiares del perjudicado denunciaron en la Fiscalía que a su esposo lo tienen “como secuestrado en el Hospital Militar, ubicado frente al cementerio general”.

La esposa denunció el trato inhumano al que presuntamente le tienen sometido a su esposo, Luis Alfonso Cuadrado, y que las autoridades del hospital “transgredieron las normas de la Ley de Derecho y Amparo al paciente y el Código Penal”.

En el hospital nadie respondió al respecto. Un militar de guardia señaló que el único autorizado para hablar es el director, quien no se encontraba en esa casa de salud.