Rusia quiere "eliminar" al derrocado presidente checheno Aslan Maskhadov, a quien acusó de complicidad en la crisis de rehenes en un teatro de Moscú, dijo este jueves el principal representante del Kremlin para Chechenia.
Se han reportado pedidos para que el Kremlin negocie con representantes chechenos tras la toma del teatro en Moscú la semana pasada, en el que murieron 119 rehenes y 50 rebeldes chechenos cuando tropas rusas asaltaron el edificio.
Maskhadov ha condenado el terrorismo y se distanció de la toma del teatro, en que el estuvieron atrapados inicialmente 800 rehenes.
Pero Sergei Yastrzhembsky dijo en conferencia de prensa que descartaba sostener conversaciones con Maskhadov, quien fue electo presidente de Chechenia en 1997 cuando la región separatista se zafó brevemente del gobierno ruso.
Maskhadov fue derrocado en 1999, cuando el presidente ruso Vladimir Putin envió tropas por segunda vez en una década para someter al territorio.
"Maskhadov ya no puede ser considerado un representante legítimo de esta resistencia", dijo Yastrzhembsky a la prensa.
"Tenemos que eliminar a los comandantes del movimiento", dijo Yastrzhembsky, incluyendo a Maskhadov.
"No hay nadie de la clandestinidad chechena con quien estemos listos para conversar", agregó.
Un asesor de alto rango de Maskhadov conversó durante dos horas con funcionarios rusos en un aeropuerto de Moscú la semana pasada, pero fue arrestado el miércoles en Copenhague a pedido a Rusia, que ahora busca su extradición.
El viceprimer ministro "Akhmed Zakayev vino a Moscú y nosotros le garantizamos su seguridad para iniciar contactos (el año pasado) porque no los podemos llamar conversaciones", dijo Yastrzhembsky, indicando así que este no sería un socio posible en negociaciones futuras.
Las declaraciones de Yastrzhembsky se produjeron después que un funcionario de alto rango del servicio de seguridad FSB, sucesor de la soviética KGB, mostró una amplia gama de armas y explosivos que dijo habían sido recuperados en el teatro moscovita.
Entre estos estaban de 110 a 120 kilogramos de un equivalente de TNT, dijo el funcionario, que eran suficientes para matar a todos los rehenes y derribar el edificio.
"Los explosivos fueron preparados siguiendo parámetros muy profesionales", dijo Yastrzhembsky. "Todo eso habla del alto nivel de preparación de esta gente".