Irak afirmó esta mañana que el retorno de los inspectores de armas de las Naciones Unidas podría revelar la verdad sobre la supuesta presencia de armas de destrucción masiva en el país dentro de un plazo razonable. Pero sostuvo que Estados Unidos de todos modos podría hallar un motivo para atacar.
Fue el primer comentario público de Bagdad después de ceder ante la presión árabe y mundial para aceptar el retorno incondicional de los inspectores después de una ausencia de cuatro años.
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El viceprimer ministro Tariq Aziz dijo que Irak se había resistido porque no estaba seguro si las demandas estadounidenses y británicas eran una preocupación genuina o un pretexto.
"Si los inspectores vienen y actúan honestamente, profesionalmente en orden (...) en busca de la verdad (...) pueden alcanzar la verdad en un plazo razonable. Pero si los norteamericanos usan esto como pretexto, podrían emplear algunos otros medios para cometer una agresión contra Irak", dijo Aziz después de inaugurar una conferencia de solidaridad en Bagdad. A la reunión asistieron legisladores y delegados de numerosos países.
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Aziz instó al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, y al Consejo de Seguridad de la ONU a vigilar minuciosamente a los inspectores para garantizar que no se excederán en los objetivos expresos de su misión.
Dijo que Irak espera que el retorno de los inspectores conduzca tan pronto como sea posible al levantamiento de las sanciones y a la normalización de la situación.
Irak recibió intensas presiones de sus vecinos árabes que temieron que una guerra con Estados Unidos desestabilice la región.
El cambio de actitud de Bagdad, después de haber exigido que el retorno de los inspectores estuviese vinculado al levantamiento de sanciones, se produce días después que Arabia Saudí insinuó que permitirá a Estados Unidos el uso de sus bases para atacar Irak siempre y cuando la ONU apruebe el ataque.
Egipto, uno de los estados árabes más influyentes, dijo que apoyaría un ataque estadounidense a Irak si tuviera el aval de la organización internacional.
La ONU impuso las inspecciones a Irak al término de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991 para verificar si ese país seguía produciendo armas químicas y biológicas y si intentaba fabricar armas nucleares y proyectiles para lanzarlas.
Estados Unidos acusa a Irak de patrocinar el terrorismo y ha adoptado una política de destituir el régimen del presidente iraquí Saddam Hussein.