A partir del 15 de enero del 2003, el retrato del actual presidente Gustavo Noboa Bejarano pasará a formar parte de la galería de mandatarios constitucionales del Palacio de Carondelet, donde se encuentra su tatarabuelo paterno, Diego Noboa Arteta.
Desde las guerras de la independencia, las familias Noboa y Bejarano han estado cerca del poder. Noboa Arteta participó en la gesta que culminó con la independencia de Guayaquil, en 1820. Fue uno de los líderes de la revolución del 6 de marzo de 1845 contra Juan José Flores y formó parte del Gobierno Provisional integrado, además, por José Joaquín de Olmedo y Vicente Ramón Roca. En febrero de 1851, la quinta Asamblea Constituyente lo eligió Presidente y gobernó hasta septiembre de ese mismo año, en que fue derrocado y deportado a Chile por José María Urbina.
Publicidad
Entre los antepasados de Gustavo Noboa están el patriota José de Villamil, José María Sáenz (medio hermano de Manuelita Sáenz) y Margarita Olmedo Maruri (hermana de José Joaquín, poeta y presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil, surgida del 9 de octubre de 1820) y el coronel Jacinto Bejarano y Lavayen.
A este reconocido catedrático, le correspondió asumir el poder la madrugada del 22 de enero del 2000, tras el derrocamiento de Jamil Mahuad. Hizo su primera conscripción política como gobernador del Guayas, en el mandato de Osvaldo Hurtado (1982-1984).
Publicidad
Está casado con María Isabel Baquerizo, tataranieta de Vicente Ramón Roca y bisnieta de Alfredo Baquerizo Moreno, ambos presidentes de la República.
Paradójicamente, la inclinación política de la familia la tenía su hermano Ricardo Noboa. A los 35 años fue ministro de Industrias del régimen de León Febres-Cordero (1984-1988), luego fue diputado y concejal por el socialcristianismo, partido que abandonó en 1994. Se postuló para la Presidencia en 1996; en 1997 fue asambleísta, y hasta hace poco presidente del Conam.