El pequeño Jostin Stewar lo recibieron a las 00h05 de ayer con globos y torta, que prepararon sus tíos por su arribo desde Bogotá, Colombia.

Este niño de 3 años quedó huérfano en Colombia el pasado 17 de junio cuando a su progenitor, el circense Roberto Pedro Lara Rivera, lo asesinaron de un tiro.

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Pasada la medianoche del miércoles arribó a Guayaquil junto a su abuela Ángela Rivera, en vuelo de Avianca. En el aeropuerto Simón Bolívar  estuvieron familiares, vecinos y curiosos.

Las abogadas Patricia Castro y María de Lourdes Patiño, en representación del defensor del Pueblo, Claudio Mueckay, dieron la bienvenida al niño y a la abuela.

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Luego del chequeo partió hacia Durán. En la villa 45, de la Mz 567 de El Recreo, los tíos Humberto y Luis Anzules Rivera y Érika Lara Rivera le organizaron la sorpresa.

Los primos no resistieron el sueño de la medianoche y cuando llegó Jostin Stewar estaban dormidos, por cuanto solo los mayores disfrutaron de la fiesta y el pastel.

Inquieto y juguetón
Jostin es un niño colombiano de nacimiento “pero ecuatoriano de corazón”, según la abuela. Además, es inquieto, alegre y juguetón.

De piel blanca y grandes ojos negros que los abre en toda su extensión cuando dirige su mirada hacia algo que le atrae.

Ayer, al mediodía, llegó a casa de la abuela en la Coop. Esmeraldas Chiquito, Mz B-10, solar 11, cerca de las Malvinas, donde será su residencia.

El vecindario estuvo impaciente por conocerlo y a esa hora cumplió su deseo.