Un renovado equipo de Paraguay participará mañana, miércoles, en la fiesta que Brasil ha preparado para celebrar, con un partido amistoso, el título de campeón del Mundial 2002 y despedir a su entrenador, Luiz Felipe Scolari, quien prevé decir "hasta pronto" y no un adiós a la selección de su país.
 
Scolari, que anunció hace dos semanas su retirada de la selección brasileña para descansar en lo que resta del año y estudiar en la próxima temporada propuestas de clubes de Europa u otra selección con historia en el fútbol, admitió ayer, en diálogo con periodistas, que podría retomar en enero próximo las riendas del equipo "canarinho".
 
La declaración cayó como un bálsamo para directivos, jugadores y aficionados, que habían manifestado su tristeza con el adiós definitivo del técnico y, según la prensa, como un revulsivo para algunos técnicos que hacían fila como candidatos para sucederle.
 
La selección brasileña que ganó el título Mundial el pasado 30 de junio en la ciudad japonesa de Yokohama tendrá a 21 de los 23 jugadores que participaron en esa competición y a Emerson, el centrocampista que fue separado un día antes del debut debido a la luxación del hombro derecho.
 
Lesiones graves apartaron en la última semana al armador Juninho, del Middlesbrough inglés, y al defensa central Lucio, del Bayer Leverkusen alemán.
 
Otro defensa, Roque Junior (Milán italiano), se presentó ayer con un problema muscular que seguramente le impedirá jugar.
 
Por estas lesiones, Scolari ha quedado con apenas dos zagueros, por lo que debe prescindir de su esquema táctico con tres jugadores en la retaguardia y cinco en la mitad del campo para volver al tradicional 4-4-2.
 
Brasileños y paraguayos se enfrentarán en el estadio Castelao, de Foraleza, la ciudad donde la selección jugó su último partido amistoso en Brasil con vistas al Mundial de Corea del Sur y Japón.
 
Motivados con la posibilidad de aguar la fiesta con un empate, o un "histórico" triunfo, los jugadores paraguayos han prometido jugar este miércoles con un planteamiento netamente ofensivo.
 
"Vamos a intentar imponernos en el partido, porque jugar en la defensa será fatal", dijo el uruguayo Aníbal Maño Ruiz, técnico interino de la selección paraguaya, que llegó anoche a Fortaleza con una delegación de 30 personas.
 
Ruiz restó importancia al hecho de que su equipo llegó a la capital del estado brasileño de Ceará, en el nordeste, sin sus principales figuras y con un grupo de jóvenes.
 
El público brasileño echa en falta al portero José Luis Chilavert, baja por lesión; además del zaguero Carlos Alberto Gamarra (Ínter italiano), del lateral derecho Francisco Arce (Palmeiras brasileño) y del delantero Roque Santa Cruz (Bayern de Munich alemán).
 
El seleccionador dijo tener apenas una duda en relación con el delantero que acompañará desde el comienzo a José Cardozo. La alternativa está entre Nelson Cuevas y Juan Samudio.
 
Los jugadores de Brasil y Paraguay prácticamente no se entrenaron para el encuentro amistoso, uno de los 26 previstos para esta semana.
 
Alineaciones probables:
 
Brasil: Marcos; Cafú, Edmilson, Anderson Polga, Roberto Carlos; Emerson, Gilberto Silva, Ricardinho, Ronaldinho Gaúcho; Rivaldo y Ronaldo.