La Policía frustró hoy una escalada  dinamitera en la ciudad de Medellín (Noroeste),  al  descubrir ocho cargas con 130 kilos de explosivos colocados por guerrilleros en  puestos policiales y edificios de gobierno, aseguró una autoridad oficial.
 
   El comandante de la Policía de Medellín, general Leonardo Gallego, aseguró  que "las informaciones que hemos recibido indican que se trata de acciones de  integrantes de grupos de milicias (guerrilleros urbanos) terroristas".
 
   Los cilindros rellenos con material explosivo fueron hallados en el puesto  de policía del barrio Laureles, en el occidente de la ciudad; en un complejo de  edificios municipales y en la estación policial de San Blas, en el Nororiente,  según el informe policial.
 
   Gallego precisó que una mujer resultó herida al estallar uno de dos  cilindros-bomba lanzados esta madrugada contra la estación de Policía de San  Blas, donde trabajan unos 30 agentes.
 
   En el sector de Alpujarra, donde se encuentra la Gobernación de Antioquia y  la Alcaldía Mayor de Medellín, fueron desactivados tres cilindros explosivos,  según el alto oficial.
 
   Otros tres cilindros-bomba fueron colocados cerca del puesto policial en el  barrio Laureles, muy cerca de la concurrida estación del Metro de Medellín.
 
   En el barrio Santo Domingo, la estación de Policía fue atacada con armas  largas produciéndose un intercambio de disparos que no dejó víctimas, según el  reporte.
 
   La Policía descubrió también dos granadas de fragmentación en cercanías de  la cárcel de máxima seguridad de Itaguí, próxima a Medellín.
 
   Además, dos autobuses fueron quemados por presuntos milicianos la madrugada  de este miércoles en una vía a la salida de Medellín, en el occidente del  departamento, según los informes.
 
   Tropas de la IV Brigada del Ejército intervinieron en la desactivación de  las bombas en Medellín, donde operan células de las guerrillas de izquierda y  también los paramilitares de ultraderecha.
 
   Versiones oficiales recogidas por la prensa señalan que la guerrilla de las  Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, 17.000 efectivos) planea  cometer ataques en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades, para  tratar de sabotear la instalación del Congreso, el sábado próximo, y la  asunción del presidente electo Alvaro Uribe, el 7 de agosto.
 
   "Mientras estemos en la transición de este gobierno vamos a estar sometidos  a presiones de orden público y debemos adelantarnos a los hechos", aseguró el  alcalde de Medellín, Luis Pérez, contra quien fue descubierto hace unas dos  semanas un plan para asesinarlo.
 
   Las autoridades dijeron que se hallan en estado de alerta y que pondrán en  marcha una operación especial de vigilancia terrestre y aérea para prevenir  ataques.