Este ciudadano europeo es recordado en el país por su gran obra en beneficio de los más pobres.
Las noticias sobre la tragedia del terremoto del 5 de marzo de 1987 en la zona centro y nororiental del país, provocaron que Toni Ruttimann viaje a Ecuador a prestar su ayuda.
Llegó sin dinero y sin mayor preparación técnica, pero sus sueños, su férrea voluntad y su persistencia lograron levantar en quince años una obra que, sin ser monumental, beneficia a medio millón de ecuatorianos
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En nuestro país perdió su apellido. Las personas a las que desinteresadamente ayudó en las zonas más olvidadas del país lo bautizaron como Toni el Suizo.
Los puentes fueron su obra. Las es tructuras que lograron unir a los pueblos principalmente de la Amazonia, no costaron un centavo al Estado, fueron hechas de material donado por varias empresas, especialmente petroleras, y levantadas con la ayuda de las propios comuneros.
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Su obra permanece en pueblos de la Sierra y Amazonia y su nombre promueve gestos de satisfacción y orgullo entre quienes lo conocen.
El año pasado, Toni decidió trasladar su proyecto a Camboya, donde comprobó que a pesar de la diferente cultura, religión o idioma, la gente necesita los puentes.
Hoy este europeo de 33 años mantiene una lucha ya no contra corrientes, lluvias o terrenos agrestes, sino con una grave enfermedad, el síndrome de Guillain-Barré, (infección viral a los músculos y aparato respiratorio) que lo mantiene en un hospital.
No se ha olvidado de su querido Ecuador y, por intermedio de amigos que tiene en el país, se ha conocido de su mal.
Puentes
Ecuador, Colombia, Honduras, México y Camboya son los países en los que ha trabajado Toni Ruttimann.
En estos territorios ha construido 160 puentes colgantes. Hasta 1999 había hecho 84 en Ecuador, 10 en Colombia, 4 en Costa Rica, 2 en México y 7 en Honduras.
Los puentes fueron elaborados con tuberías y cables recuperados de la industria petrolífera y tienen longitudes de hasta 100 metros y 1,5 de ancho.
La obra de Toni Ruttimann es reconocida en su natal Suiza, donde se realizan colectas, que incluyen espectáculos artísticos, para financiar sus proyectos.
Toni El Suizo permanece asilado en el Centro Nacional de Rehabilitación Médica Sirindhorn, cerca de Bangkok.
Lo acompaña el ecuatoriano Walter Yáñez, quien lo ayudó a levantar muchos puentes en Ecuador.
Quienes deseen escribir a Toni El Suizo pueden hacerlo a través del correo electrónico toni.ruttimann@ti-edu.ch