Una excavadora de tierra permanecía inmóvil junto a los sedimentos removidos de las calles Dolores Azúa y General Córdova. Tres días atrás, el Municipio había iniciado los trabajos de adoquinamiento de ese sector y María Gutiérrez, una de sus moradoras, no estaba de acuerdo con que la corporación haya dado prioridad al embellecimiento de las calles y no a la dotación de servicios básicos al cantón.