Ya Castro había anticipado, al inicio de una campaña de recaudación de firmas en pro de la reforma constitucional que declare intocable al régimen socialista, que los cubanos serían inconmoviblemente fieles a la revolución cubana y que el dominio imperialista y el sistema capitalista no volverán a Cuba.

Castro convocó el fin de semana a sesiones extraordinarias de la Asamblea, o Parlamento unicameral cubano, para aprobar la reforma, anunciada el 10 de junio por sindicatos y federaciones estudiantiles, asociadas al Partido Comunista de Cuba.

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Ayer, legisladores comenzaron el segundo día de su reunión con discursos en contra de Estados Unidos.