Suecia, el sorpresivo líder del grupo de la muerte, confía para seguir avanzando en el Mundial en la labor defensiva de Joahn Mjallby, un ex vendedor de diarios y hoy estrella de primera plana, cuya actuación frente a Argentina fue clave para clasificar a los escandinavos.
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Los nórdicos tenían su principal basa en los goles de su compañero del Celtic de Glasgow, Henrik Larsson, pero el desempeño de Mjallby fue fundamental para el empate 1-1 ante los favoritos rioplatenses.
Mjallby, de 31 años, ocupa ahora la primera plana de los diarios, en lo que parece un cuento de hadas para un chico que fue vendedor de periódicos en Estocolmo.
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"Los sueños llegan y a veces no son creíbles. Distribuir diarios no es una forma convencional de empezar una carrera que te llevará al equipo nacional. Sin embargo, da esperanzas a mucha gente que aspira a ser futbolista", afirma.
El jugador, que tuvo que asumir la función de capitán de su equipo tras la lesión de Patrick Andersson, puede convertirse en una pieza clave para el partido de octavos de final frente a Senegal, el domingo en Oita, Japón.
Mjallby empezó a destacar en el fútbol a los catorce años en el AIK Solna, donde se le apodaba King Mjallby por su prodigalidad y absoluto control de la defensa. Pero, su oportunidad, su gran desafío, llegó cuando el entrenador del Celtic de Glasgow se interesó por él y fue transferido por 2,1 millones de dólares.
"Sentía que necesitaba un cambio de escenario, y, jugar en la Premiership escocesa y nada menos que en el Celtic, uno de los grandes del fútbol europeo, es una gran motivación", aseguró el jugador.
Su gran momento deportivo fue cuando el club de Glasgow ganó dos títulos consecutivos, e inclusive logró un triplete en la temporada 2000-2001, siendo Mjallby un baluarte en la retaguardia del equipo.
Pero, una cosa es jugar a nivel local y otra es soportar los embates de uno de las mayores estrellas del fútbol europeo y mundial, el argentino Gabriel "Batigol" Batistuta, y Mjallby lo neutralizó en el partido del miércoles en Miyagi, en el que se convirtió en una auténtica muralla, sobre todo en el juego aéreo.
Además, con su firmeza transmitió seguridad a sus compañeros Olof Mellberg, Andreas Jakobsson y Lucic Teddy, para contener a figuras de la talla de Ariel Ortega, Pablo Aimar y Hernán Crespo.
"En los entrenamientos después del partido ante Nigeria trabajamos mucho en la manera de contenerlos, y el haber logrado un gol tempranero nos ayudó a encarrilar el partido", aseguró el jugador que destacó el peligro de las rápidas internadas del argentino Juan Sorín.
Finalizando, "si superamos la prueba, podemos llegar más lejos que los héroes de 1994 (en Estados Unidos, Suecia fue semifinalista) y entonces llenaríamos las cuatro primeras páginas de los diarios suecos..." Lo dice un especialista.