El ejemplo de manejo de la biodiversidad de Galápagos con fines turísticos sirvió de inspiración para la declaración que lleva su nombre, aprobada ayer durante la Cumbre Iberoamericana de turismo y ambiente.

En el salón de conferencias de la motonave Galápagos Explorer II, 50 ministros y funcionarios de turismo y ambiente de unos 20 países iberoamericanos aprobaron el documento, que establece un compromiso para cuidar la ecología y aprovecharla para fines turísticos. Los participantes realizaron un crucero por cuatro islas, entre el jueves y ayer.

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Es una decisión conjunta para aumentar no solo el flujo de visitantes entre cada uno de estos países sino para formar  corredores ecológicos, que convertirán a Iberoamérica en destino principal de los viajeros del mundo.

La primera dama, Isabel de Noboa; las ministras de Turismo y Ambiente, Rocío Vásquez y Lourdes Luque, fueron las anfitrionas de la cita, que contó con la presencia del secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Francesco Francheli.

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El ministro de Turismo de El Salvador, Manuel Avilés, dijo que su país “tomará como ejemplo a Galápagos, igual, estoy seguro, lo harán los otros países”.

CUMBRE

 Asistieron delegados de Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Brasil, El Salvador, España, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, Paraguay y Venezuela.

Se acordó  establecer un corredor submarino de uso sostenible, entre Galápagos (Ecuador) y la Isla de Cocos (Costa Rica), para promoverlo turísticamente en conjunto. Además, promover el turismo, pero prohibir el ingreso de especies desconocidas en los lugares de visita.

 En la sesión  solemne de la cumbre, la Dirección Nacional de Correos presentó una estampilla de la cita.