La izquierda recordó a Chirac que la verdadera batalla será en  las elecciones parlamentarias.

El conservador Jacques Chirac fue electo ayer presidente de Francia con el 82,06% de los votos, un resultado inédito en la historia de la V República.

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Su rival, el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, quedó eliminado con el 17,94% de los sufragios.

La victoria aplastante de Chirac es resultado más del rechazo a las ideas xenófobas de Le Pen que de la adhesión a las del presidente saliente, a quien de inmediato la izquierda acusó de no tener un verdadero programa político.

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El triunfo de Chirac, al frente del RPR (Unión para la República), pone fin momentáneamente a la pesadilla política en la que estaba sumida Francia desde la eliminación del socialista Lionel Jospin, quien dejó a los electores la derecha como única alternativa a la extrema derecha.

La primera alocución presidencial ante las cámaras no fue pronunciada con el entusiasmo que cabría esperar de tan generoso resultado, sino más bien en un tono grave, con el que Chirac parecía asumir que algunos incluso llegaron a votar contra sus propias ideas. Las palabras más repetidas fueron “seguridad, unión, concordia”. “Seré presidente de todos. Quiero que los valores de libertad, igualdad y fraternidad reconquisten su lugar en el corazón de los franceses”, manifestó Chirac.

Le Pen, quien en las dos semanas de campaña se cansó de repetir que consideraría una derrota un resultado inferior al 30%, se apresuró a subvertir sus propios enunciados. Considerándose objeto de “un complot digno de un régimen totalitario”, el presidente del Frente Nacional inició de inmediato su campaña para las legislativas, dentro de seis semanas, vaticinando que para esa fecha “llegará la hora de la verdad”.

Su hija, Marine Le Pen, fue más lejos declarando en televisión que los resultados se deben “a una verdadera conspiración y reeducación psicológica de los franceses”, en alusión a las intensas campañas de movilización ciudadana en contra de las ideas xenófobas de su padre.

Pese a la lluvia y el frío, desde el anuncio de los resultados, a las 20h00 locales (14h00 de Ecuador), miles de simpatizantes de Chirac se dieron cita en la Plaza de la República, en tanto que los votantes de izquierda lo hacían en la Bastilla para advertir al presidente electo que no se trata de una victoria consensuada, sino por defecto.

Transición
Mientras el presidente electo ultima sus contactos en torno a la Unión Para la Mayoría (UPM), en la que pretende englobar a todo el centroderecha republicano, socialistas, verdes y comunistas negocian desde su eliminación el 21 de abril candidaturas comunes en la mayoría de las circunscripciones.

Al margen de ambas formaciones quedarán, presumiblemente, la extrema derecha de Le Pen y la extrema izquierda trostkista de Arlette Laguiller (Lucha Obrera) y de Olivier Besancenot (Liga Comunista Revolucionaria).

A pesar de que hoy o mañana Chirac nombrará un nuevo gabinete, el futuro de Francia no quedó definido en esta elección: las rupturas, las alianzas, divorcios y uniones y desuniones estarán a la orden del día en el mes y medio que falta para las legislativas.

Pero si alguien resultó claramente ganador anoche fue la democracia y las tres palabras que adornan todos los edificios públicos del país: “libertad, igualdad y fraternidad”.

En el resto de Europa las reacciones por la derrota de Le Pen no se han hecho esperar, mientras que en Francia, una vez terminada la elección los partidos de izquierda buscarán alianzas para lograr escaños en el parlamento.

REACCIONES

El primer ministro   británico, Tony Blair, saludó la rotunda victoria de Jacques Chirac en las elecciones presidenciales francesas como “un triunfo de la democracia” y una “derrota del extremismo”.

Blair dijo:    “Tengo muchas ganas de colaborar con Chirac dentro de la estrecha relación que ya mantenemos” y calificó de “repelentes” los principios políticos del candidato derrotado, el derechista Jean Marie Le Pen.

El Canciller  alemán Gerhard Scroeder dijo en una carta a Chirac que la victoria demostraba un claro rechazo a la extrema derecha.

El Presidente   del Parlamento Europeo Pat Cox dijo que era   una notable victoria de la razón y el sentido común sobre la intolerancia y el extremismo.

Piero Fassino,  jefe de los Demócratas de la Izquierda, el partido más grande en Italia, dijo que aún esta latente la preocupación y ansiedad de la primera vuelta de las elecciones (en Francia), y la necesidad de la izquierda europea de tomar en cuenta los miedos que llevaron al electorado a inclinarse a la derecha.

Francesco Moro,   líder del partido de la Liga del Norte, advirtió que Le Pen sería un actor protagonista en el futuro, recordando que fueron los temas de seguridad los que ayudaron a Silvio Berlusconi a ganar las elecciones italianas hace un año.

El ministro español  de asuntos exteriores, Josep Piqué, felicitó al presidente de Francia, Jacques Chirac, por su victoria electoral.