Romario, uno de los artífices de la conquista del tetracampeonato por los auriverdes en la Copa del Mundo de EE.UU. 94, afirmó llorando que su “mayor sueño” continúa siendo ir al Mundial 2002 y que no ha perdido la esperanza de integrar la selección brasileña en esa ocasión, en conferencia de prensa en el estadio Sao Januario, de su equipo el Vasco da Gama.

“Las lágrimas de Romario no conmovieron al técnico de la selección”, afirmó ayer el diario Estado de Sao Paulo, que asegura que el delantero, de 36 años, no será convocado para el último amistoso previo al Mundial de Corea-Japón, el próximo día 17 en Lisboa.

“El pedido de disculpas de Romario no surtió efecto en el técnico, que no pretende convocarlo contra Portugal”, coincide el diario Lance.

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“Fuentes de la Confederación Brasileña de Fútbol afirmaron que el entrenador no se conmovió con las lágrimas”, sostiene Folha de Sao Paulo.

Asimismo, el diario Jornal do Brasil hace una verdadera ironía sobre la difícil situación en la que se vería Romario si participara en la selección, ya que tendría que ser puntual, no responder el teléfono móvil más que en momentos autorizados y ser un buen compañero, considerados retos para el jugador que tiene el hábito de “ir a dormir casi cuando comienza la mañana”.

El tema ha adquirido tintes de asunto de Estado. Hasta el presidente, Fernando Henrique Cardoso, llegó a pedir que Scolari lo convoque.