El volcán Cotopaxi es uno de los más activos del Ecuador. Está ubicado a 50 km al sur de Quito y 30 km al noreste de Latacunga. Tiene 5.897 metros de altura. Es un estratovolcán joven en forma de un cono perfecto, con un cráter en la cima, desde donde descienden glaciares por todos los flancos. El volumen de todo el glaciar (hielo) se calcula en mil metros cúbicos (un cubo de mil metros por lado).
Entre el césped y árboles de eucalipto, la huella de una avalancha de rocas de todos los tamaños, la mayoría rojizas y negras, estremece y despierta curiosidad.
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Al levantar la mirada aparece un coloso que, cual un monstruo, mira amenazante, silencioso. Su penacho es blanco, la frente es negruzca y en la cabeza tiene un gran cráter. Es el volcán Cotopaxi, que majestuoso e imponente parecería decir: no se descuiden, esa es la huella de mi furia.
El sector donde están los vestigios es San Rafael, 10 km al suroeste del gigante de hielo. Por ahí pasó la corriente de lava y hay una piedra de unos 20 metros de alto y un diámetro de 30 metros, que los habitantes del sector la conocen con el nombre de Chilintosa, que por versiones de los abuelos se sabe que “vomitó el volcán”.
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Entre noviembre del 2001 y enero de este año, los equipos del Instituto Geofísico detectaron una reactivación y ahora todos vuelven la mirada a los rezagos de la avalancha, al cráter y sus peligros.
La Defensa Civil realiza en estos días un censo en la zona de riesgo de la provincia de Pichincha, para determinar el número de personas que se evacuarían en caso de una erupción; en Cotopaxi, el organismo prepara jornadas de capacitación.
Patricia Mothes, vulcanóloga del Instituto Geofísico, señaló el aumento de sismos de largo período (movimiento de fluidos) y de fracturamiento (rotura de rocas). Desde 1980, el promedio de eventos era de 11 por día; entre noviembre y enero pasados, hubo hasta 250 por día; actualmente hay 20 diarios.
“Esta actividad es un aviso y por eso la tomamos muy en serio. Sabemos que el Cotopaxi representa potencialmente un gran peligro; hay que capacitar a la gente para que sepa qué hacer”, dijo Mothes. Una erupción sería un desastre nacional y hay que prevenir, agregó la científica.
Cálculos hechos en computadora, con base a lo que se dio en la erupción de 1877, revelan que los flujos llegarían:
Por el Norte
A San Rafael (al este de Quito) en 45 minutos.
Al complejo del club El Nacional (Tumbaco), en 1 hora y 20 minutos.
Al Océano Pacífico (Esmeraldas), por el cauce de los ríos Guayllabamba y Esmeraldas, en 20 horas.
Por el Sur
A San Ramón (población más cercana), en 17 minutos.
A Mulaló, en 27 minutos.
A Latacunga, en 45 minutos.
Salcedo, en 1 hora y 20 minutos.
A Baños (Tungurahua), en 3 horas 17 minutos.
Por el Este:
A Puerto Napo, en 4 horas.
HISTORIA DEL VOLCÁN
El Cotopaxi ha tenido 35 erupciones de magnitud variable, desde 1534. Las más importantes y destructivas fueron las de 1742, 1768 y 1877.
La última vez que erupcionó fue el 26 de junio de 1877. Arrojó flujos incandescentes; el magma rebosó el cráter y se desparramó por todos lados.
Relatos recogidos por el científico e historiador Teodoro Wolf, detallan que el volcán se asemejaba a una olla hirviendo que rebosaba ladera abajo.
La explosión más fuerte duró una media hora; en ese lapso arrojó también bloques de escoria, que se asemejaban a la cabeza de la coliflor, con una temperatura de 800 grados centígrados. En este proceso se calcula que se derritió el 20% de la capa de hielo que se deslizó en forma de lahares.
Los bloques de rocas ardientes llegaron hasta los altos de Mulaló, unos 12 kilómetros a la redonda. La ceniza oscureció a Quito durante 24 horas y también llegó hasta Popayán (Colombia) y Guayaquil.
CONTROL SÍSMICO
El Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional tiene instaladas diez estaciones sísmicas en diversos sectores.
Un inclinómetro y un distanciómetro, para control de deformaciones.
Con el apoyo del Servicio Geológico de los Estados Unidos se instalaron once detectores de lahares.
Estos aparatos están ubicados en: tres sectores del río Pita; en los páramos de Limpiopungo, en Mariscal Sucre, quebrada San Lorenzo, San Ramón, Rancho María, quebrada Saquimala, y dos en la quebrada de Baranques.