Entre desconsuelo e impotencia dan último adiós a camionero asesinado en Esmeraldas

Tulcán

En medio de dolor, impotencia y temor de que haya próximas víctimas, más de 300 camioneros y sus familias despidieron a Gustavo Ayala, conductor asesinado por la delincuencia en el sector El Roto, el sábado 11 de noviembre.

Transportistas vestidos con ropa de colores blanco y negro le dieron el último adiós al amigo, al colega, a quien fue un referente de la transportación pesada en Carchi: un tulcaneño apreciado por su gentileza y amabilidad, como indicaron los familiares y amigos.

Alexis Goyes, primo del fallecido, aseguró que Ayala era carismático, querido por la ciudadanía, respetuoso y generoso. “Él nunca decía no cuando le pedían un favor. Fue una gran persona”, mencionó mientras señalaba a las más de 800 personas que asistieron al sepelio.

Frente a la iglesia La Dolorosa, de Tulcán, más de 20 cabezales fueron estacionados para simbólicamente hacer una calle de honor, rendir un homenaje y despedir a Ayala. El momento en que salía el féretro movilizado por miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), entre los que constaba uno de sus tres hijos, se activaron las bocinas por alrededor de 15 minutos.

Tres transportistas de tanqueros de combustibles fueron asesinados en Esmeraldas y Los Ríos, este fin de semana

Luego fue trasladado hasta el cementerio José María Azael Franco, donde familiares, amigos y conductores se despidieron de esta nueva víctima de la ola de violencia e inseguridad que vive el Ecuador.

Miedo y temor

El temor y el miedo se apoderan de los conductores carchenses que no saben cada vez que salen a trabajar si retornarán a sus hogares después de cada viaje que realizan con carga hacia distintos sectores de la zona costera del Ecuador.

Varias historias se cuentan sobre los ataques registrados a las unidades de transporte pesado en las carreteras del país. Son muchos los transportistas que han sufrido estos atentados que han terminado con muerte, robo de vehículos, sustracción de la carga, secuestro y extorsión.

Indignación y dolor en camioneros del Carchi ante asesinatos de agremiados en carreteras

“Es desesperante, porque transitamos por carreteras sin fuerza pública, donde múltiples disparos nos sorprenden y nos obligan a acelerar, encomendándonos a Dios, al que pedimos nos saque con vida de estas emboscadas de la muerte”, señaló un tripulante que pidió guardar reserva sobre su identidad ante posibles represalias.

Sin embargo, pese a que ha vivido momentos de terror y miedo dijeron que no pueden perder sus puestos de trabajo, por lo que deben seguir arriesgándose y continuar rodando por las calzadas del país con distintas mercaderías.

Los viajes entre la Refinería de Esmeraldas y Quito se han vuelto de alto riesgo, aseguraron los tripulantes. Desde hace dos semanas se producen entre cuatro y cinco ataques armados cada día.

Delincuentes asaltaron un camión en Quito, uno de ellos usó uniforme similar al de la AMT

Con un panfleto enviado por el Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) Nueva Generación a los administradores del beaterio hace pocas semanas se estaría exigiendo $ 1.000 por cada tanquero que circule por esta ruta, contó en voz baja uno de los choferes.

Lamentablemente la amenaza mortal se está cumpliendo ante el no pago de esta suerte de ‘vacunas’ (extorsiones). En las últimas horas, otro chofer profesional fue atacado por el mismo sector en Esmeraldas y murió.

Fabián Figueroa, vicepresidente de la Asociación de Transporte Pesado de Carchi, que agrupa a más de mil asociados comentó que la situación está insostenible y que luego del funeral se reunirían para tomar algunas decisiones.

A esta tragedia, se suma la difícil situación por la que atraviesan las familias a las que les han robado los camiones.

Vilma Rosero, contó llorando que hace un mes fue asaltado su esposo a la altura de Buena Fe, a quien le robaron el camión. Ventajosamente fue maniatado junto al auxiliar y lanzados en la carretera.

Una vez que robaron el vehículo comenzaron los delincuentes a realizar llamadas solicitándoles dinero, hicieron los pagos, pero jamás les devolvieron el vehículo.

Han Logrado pagar únicamente ocho letras de un préstamo que hicieron para adquirir el automotor, ahora tienen problemas con la entidad que les dio el crédito, que está reclamando el pago.

“Sin el carro y sin trabajo, no sabemos cómo vamos a solventar esta deuda”, agregó.

Como ella son muchos los afectados por los robos. Ellos están pidiendo a las autoridades nacionales considerar estos casos especiales, ya que están endeudados y no hay una alternativa para recuperar los vehículos ni para trabajar, todo provocado por la inseguridad que impera en el país. (I)