Estaban las fechas, los horarios, los árbitros… Faltaban técnicos. Ya casi se puede levantar la vista y ver la próxima fecha de la Eliminatoria, solo restan 25 días y ahora sí, tres selecciones sudamericanas acaban de conocer el nombre de sus nuevos entrenadores: Edgardo Bauza de Argentina, Ángel Hoyos de Bolivia y Francisco Chiqui Arce de Paraguay, que sumados a Tite de Brasil, designado en junio, son los cuatro nuevos comandantes que presentará la apasionante carrera hacia Rusia 2018.

Los daños colaterales de la Copa América trazaron un nuevo croquis de la eliminatoria. Cayeron Dunga, Julio César Baldivieso, Martino y Ramón Díaz; y esta semana se completó la grilla de los conductores. No es un punto menor, puesto que hoy todo proyecto futbolístico arranca por el técnico, no por los jugadores. De la capacidad del conductor depende una gruesa porción de la suerte de un equipo. Después, claro, decide la clase de los intérpretes.

Pero está visto que, sin un director capaz, hasta se puede tener a Messi e igual no triunfar. Antiguamente el DT decía “vamos, muchachos que tenemos que ganar”. O un poco más que eso. Todo era cuestión de jugadores. Hoy la función del entrenador es muchísimo más determinante, abarcativa y crucial. Si es bueno, puede llevar el barco hasta Rusia. Naturalmente, necesitará de efectivos calificados, pero quien los elige, prepara, mentaliza y ordena tácticamente es el director técnico. Quien genera un buen ambiente grupal, también.

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El cambio de líder en mitad del camino nunca es aconsejable; es como si un piloto de Fórmula Uno deba hacer una parada de más en boxes, retrasa el plan de carrera. Pero si el auto tiene problemas no queda otra opción. En este caso no hay dudas de que tres selecciones ganarán con la variante, pese al contratiempo que supone comenzar una nueva relación de confianza con el jefe de equipo, adaptarse a un nuevo esquema, entender el mensaje. Hay cuatro caras nuevas y esto supone también cambios de estilo, esperanza renovada, retoques en los planteles.

Bauza es una alternativa superadora a Martino. Martino pregonaba un fútbol que en la cancha no se veía. No tenía empatía con los jugadores (ninguno de los 23 convocados a la Copa América le dedicó un mensaje, una frase, un adiós en Twitter, en Instagram o al ser reporteados). Nadie lo extraña. Más allá de sus capacidades tácticas, que no se le vieron en las dos finales ante Chile, no transmitía, no le llegaba al jugador. No hace falta estar en el vestuario, eso se nota en el campo. En la hibridez del conjunto. Muchas veces habló de “rodear a Messi” y luego se difundieron las fotos donde aparecía Messi rodeado, pero de cuatro, cinco y hasta nueve rivales chilenos. Jamás de compañeros. Nunca sabremos, porque Messi es hermético, hasta qué punto su decisión de renunciar a la Selección no se debe a Martino. Estaba claro que no se sentía bien en ese lineamiento, totalmente aislado.

Bauza ganó dos Libertadores (con dos clubes que nunca la habían logrado). Un buen aval. No es un lírico precisamente, sus equipos no llenan los ojos, está visto como defensivo o conservador en extremo. Sin embargo, es un sujeto inteligente y posee una personalidad cautivante. No era el plan A, ni el B ni el C, pero mostró ganas. Apenas lo llamaron dejó todo, se tomó el primer avión desde San Pablo (pagó su boleto) y se entrevistó con el mandamás interino de AFA. No anduvo con vueltas: “Llegar a la Selección es el sueño máximo”, declaró. Obviamente, gustó. Y su designación cayó bien en el ambiente, lo que descomprime la situación. Bauza tiene, como el maestro Tabárez, la virtud de extraer el máximo de cada jugador. Y de sacarles el guerrero de adentro. Ya lo dijo en su presentación: “El que quiera vestir esta camiseta va a tener que matarse”. Para Argentina, ningún rival será fácil desde ahora; para los rivales, Argentina tampoco. Bauza, además, es capaz de convencer a Messi de que vuelva. La buena sintonía ya llegó a Barcelona y se dice que Leo está con ganas.

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Brasil también debería ganar con el cambio. La designación de Tite fue balsámica, tranquilizó a la torcida. Cuando a Brasil lo eliminaron de la Copa América, varias glorias llamaron a una alerta máximo. Rivelino uno, Jairzinho otro. Este dijo lacónicamente: “Por primera vez Brasil está en riesgo cierto de no ir al Mundial”. Luego se nombró a Tite y cambió el ánimo. Hay completa seguridad de que puede hacerlo mejor que Dunga. Tite está en la misma línea de Bauza, prioriza la seguridad en su arco. Se lo reconoce estudioso, trabajador, serio y sumamente atinado. El Corinthians campeón de la Libertadores 2012 es su carta de presentación: recibió solo 4 goles en 14 encuentros. Una palabra le calza perfecto: impenetrable. Y es el último sudamericano que le ganó a los europeos: 1 a 0 al Chelsea en el Mundial de Clubes. Tite y Bauza no son una buena noticia para las otras selecciones.

El nuevo jefe técnico de la Selección boliviana, Ángel Guillermo Hoyos, es un desconocido para el público internacional; desarrolló casi toda su campaña como técnico fuera de la Argentina. Lo mejor suyo se sitúa en Grecia y Bolivia, especialmente. Igual, el alejamiento de un hombre rodeado de conflictos como Julio Baldivieso serenó al medio. Justamente Hoyos anunció el retorno de referentes que habían renunciado, como el capitán Raldes y el goleador Marcelo Martins. Igual, Bolivia está bastante abajo en las posiciones. Un milagro lo pondría en el lote clasificatorio. Pero si levanta puede quitarles puntos a quienes sí están en carrera.

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Paraguay recurrió de apuro a Chiqui Arce, aquel buen lateral derecho de Cerro Porteño, Gremio y Palmeiras, que vuelve a tomar el timón de la Albirroja. Ya la había dirigido en la Eliminatoria anterior con pobres resultados: ganó un partido, empató otro, perdió tres y lo reemplazaron por Gerardo Pelusso. Arce posee una corta trayectoria y nunca entrenó en el exterior. No estamos seguros de que pueda mejorar lo de Ramón Díaz, que logró hacer una renovación y sumar puntos. La Asociación Paraguaya había apostado todas sus fichas a Reinaldo Rueda, pero el DT campeón de América decidió seguir en Nacional de Medellín y Paraguay desistió de buscar otra posibilidad afuera, apremiado por el tiempo. Arce no despierta grandes expectativas, pese a que la Albirroja está con 9 puntos junto a Brasil.

Si Paraguay afloja, en el lote de arriba quedarían seis pretendientes para cinco puestos. Son Uruguay, Ecuador, Argentina, Chile, Colombia y Brasil. Uno irá al repechaje, el otro quedará con las manos vacías. ¿Cuál será…? (O)

Edgardo Bauza es una alternativa superadora a Martino, quien pregonaba un fútbol que en la cancha no se veía. No tenía empatía con los jugadores de la Albiceleste.