Francisco Febres Cordero

  • El silencio tan ansiado

    El silencio tan ansiado

  • Ese maldito

    Ese maldito

  • Ecuador contra Argentina

    Ecuador contra Argentina

  • La banda

    La banda

  • El que murió primero

    El que murió primero

  • El juiciólogo

    Ya se fregaron los que han hablado mal del Glas. Está cabriadísimo y dijo que les va a poner juicio porque han afectado no solo su honra sino el honor, la armonía y la tranquilidad de su familia.

  • Dilema

    Los analistas creemos que flota en el ambiente un dilema: ¿Es mejor convocar a una consulta popular o a una Asamblea Constituyente?

  • El bien servido

    Qué emocionantes tiempos que estamos viviendo. Qué adrenalínicos. Qué efervescentes. Todos los días se destapa un nuevo escándalo, una nueva denuncia.

  • El quedado

    Una vez que el juez le vinculó al Glas en el caso Odebrecht y le dijo que no podía salir del país, todo ha sido felicidad. Porque podía decirle también que se quede en el país, pero en la cárcel.

  • Intríngulis

    ¡Qué bestia!, mucho lote es la fiscal Lady Diana Salazar. Qué seriesísima que es. Qué profesional. Qué tranquila. Qué acuciosa.

  • Santos

    Basta escucharlos para saber que sí: que todos son unos santos. Vírgenes, mártires, miembros del coro celestial.

  • De venta

    Qué bueno que el presidente Moreno haya decidido entrar a una etapa de austeridad, después del despilfarro al que estuvimos acostumbrados con el Correa, que nos resultó demás manisuelto, francamente. ¡Qué bestia cómo gastaba! Cómo sería, que después de haber dicho que somos jaguares, nos dejó convertidos en gatos, flacos, hirsutos, hechos una pendejada.

  • La novela

    Lo que me parece más ilustrativo de todo lo mucho que está pasando en estos días es que el caso Odebrecht resulta para nosotros una gran escuela.

  • Sobornología

    ¡Qué bestia, cómo hemos aprendido! Es que antes del gobierno del Correa éramos bien ignorantes, francamente. Pero ahora hasta podemos sacar un Ph.D. en administración, con especialidad en sobornos.

  • El que escribe con música

    Es curioso cómo, después de haber trabajado tantos años en escritorios vecinos, de haber compartido tantas tazas de café, tantos cigarrillos, tantos libros, tantos sobresaltos, comprobamos que un día cualquiera nuestras vidas se bifurcan.

  • Del balido al aullido

    ¡A mí darme una ternura! No pues de la ida del Correa, ¡qué dizque me va a dar eso ternura! Del Glas, digo.

  • Lo que me queda

    Dentro de la pequeña sala en que se juzgó a Martín Pallares, llevado allí por una demanda de Rafael Correa, estuvimos (además de los abogados de las partes, el juez y el secretario) solamente doce personas, durante cuatro horas.

  • El último suspiro

    Quizás el coletazo de los diez años largos en que la ficción propalada por el gobierno se dio de bruces contra la realidad ocurrió cuando el vicepresidente de la República fue recibido en la Asamblea con alfombra roja, antes de que se le permitiera hablar durante cuatro horas sobre su conducta angelical y sus visiones surrealistas por medio de las cuales allí donde todo el mundo ve un desierto, él ve una refinería.

  • Diálogo

    Diálogo

  • Deslealtad

    Despojado de su condición de excelentísimo, sin tener quién le rinda pleitesía, sin poder ordenar a uno de sus diplomáticos que le tramite un nuevo honoris causa, sin que alguien le monte una tarima para hablar durante cuatro horas, sin poder asomarse al balcón del que era su palacio para recibir las loas de la parroquia.

  • Asco

    Poco a poco se ve, se va viendo, que la voluntad para destapar íntegramente la cloaca de la corrupción flaquea.

  • El comienzo

    ¡Qué bestia, qué semanita y media que hemos tenido!

  • Bronquitis

    A la emergencia del Hospital Carlos Andrade Marín llegó el ex excelentísimo señor expresidente de la República, economista Rafael Correa Delgado, aquejado de un fuerte malestar en las vías antero respiratorias, razón por la cual, estando yo de turno, procedí a auscultarlo de inmediato.

  • El edificio

    Días antes de que el excelentísimo saliente inaugurara un inmenso y costoso mamotreto bautizado como Plataforma Gubernamental, un feroz aguacero que se descerrajó sobre Quito inundó el edificio hasta el extremo de que desde los pisos altos chorreaba el agua en catarata hacia los bajos, malogrando las paredes que habían sido recién pintadas para que se exhibieran, relucientes, el día del estreno.

  • Los escoltas

    A mí me parece muy bien que el saliente haya firmado ese decreto por medio del cual ordena que le cuiden y le protejan unos escoltas cuando haya dejado el cargo, cosa que ocurrirá, ¡ay!, en pocos días más, para dolor de quienes quedaremos en total estado de indefensión, de desprotección, de orfandad.

  • Donaciones

    ¡Qué belleza de museo que nos va a dejar en su palacio el excelentísimo saliente!, según nos explicó en su penúltima sabatina.

  • El delito de honradez

    Camina por la calle a tranco largo, como si sus ochenta y ocho años no pesaran. Alto, de huesos anchos y porte altivo, escudriña el horizonte con ojos curiosos, protegidos por esos lentes gruesos que lo han acompañado a lo largo de sus muchos viajes por las distintas geografías pero, sobre todo, de sus muchas, incesantes travesías por los libros.

  • La fanesca

    El licenciado Moreno creo que ha pasado ocupadísimo esta semana. Es que para él, que es un gourmet con el paladar titulado en Suiza, la fanesca es su sopa favorita y por eso la elabora de acuerdo con las más estrictas reglas de la culinaria que exigen, por ejemplo, que la olla no se pare sobre las insípidas cocinas de inducción, sino sobre carbón.

  • Límite del asombro

    La mitad de la tesis con que Jorge Glas obtuvo el título de ingeniero, asombrosamente fue escrita gracias a que en el internet existe un valiosísimo elemento de apoyo que se llama El rincón del vago.

  • El debate

    ¿Vieron el debate? No pues el debate entre los candidatos sino el debate de nuestra selección, en que se debatía su presencia o no en el Mundial de Rusia.