Tal vez el elemento más “humilde” de las artes plásticas fue utilizado para crear un retrato, en gran formato, de José Martínez Queirolo. Y es que justamente la humilde personalidad del extraordinario dramaturgo guayaquileño fue lo que el pintor Paco Pincay buscó plasmar en la obra que desde el pasado jueves reposa en el hall del tercer piso de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas (CCNG).

La develación del retrato se desarrolló en el marco de un homenaje a Pipo (como se lo llamaba de cariño) Martínez. Este tributo, además, coincidió con su aniversario de nacimiento: llegó a este mundo el 22 de marzo de 1931.

“Es un personaje que debemos conocer más el pensamiento de él (Pipo). Por ejemplo él creía que se puede educar con las artes –que lo comparto completamente–. El teatro, las artes realmente son un medio de educación para los niños y jóvenes, razón por la cual él hizo teatro para niños, para jóvenes, para adultos”, cuenta sobre el legado de Pipo a este Diario Ana Julia Rugel, amiga cercana y custodia legal de la producción de Martínez Queirolo.

Publicidad

Recuerda con mucho entusiasmo cuando allá por el año 1958, junto a un pequeño grupo de amantes a las artes escénicas, formaron el primer grupo de teatro de la Universidad de Guayaquil. “Éramos un grupo de soñadores, emprendedores, que queríamos cambiar el mundo como todos los jóvenes de entonces... Pipo, la que le habla y otros compañeros (de varias facultades) tratamos de llevar el sueño a las autoridades de la universidad hasta que se cumplió”, explica la educadora, quien añade que esa agrupación duró unos quince años.

Tanto Rugel como el presidente de la CCNG, Fernando Naranjo, mencionan que este será un año lleno de actividades en honor al ganador –por cuatro ocasiones– del Premio Nacional de Dramaturgia con obras como La casa del qué dirán (1962), Los unos versus los otros (1968), La dama meona (1976), La conquista no ha terminado todavía (1983).

Asimismo, otras figuras de las artes y la cultura como Hugo Avilés, Augusto Enríquez, Fernando Cazón Vera, Héctor Garzón, Isidro Murillo y otros recordaron el legado del dramaturgo, quien es uno de los pilares de las artes locales. (I)