Desde marzo de este año, en el cantón Saraguro se realizan las Ferias Culturales el primer domingo de cada mes, esta iniciativa es impulsada por el Municipio local y tiene como finalidad mostrar las artesanías y su cultura, ocupando una parte del parque central.

“Ejecutamos este proyecto que nos permite vivir con turistas nacionales y extranjeros varios momentos sobre la cotidianidad de nuestra gente, exponemos la gastronomía con los productos del campo, las artesanías y sus costumbres”, explicó Abel Sarango, alcalde del cantón Saraguro.

Para el evento son convocadas las comunidades que tienen una base socio territorial con suborganizaciones, sus habitantes participan en las actividades culturales que son expuestas al inicio de cada mes.

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Allí se observan espacios destinados para productores, diseñadores, artesanos y artistas de la zona. Productos locales como el mullo, madera, cerámica, instrumentos musicales y piezas propias se venden en una diversidad de artesanías.

El collar es un accesorio infaltable en la vestimenta de la mujer de esta cultura, que contrasta con las tonalidades de las blusas y el reboso negro que hace que ese adorno reluzca y llame la atención. Los turistas buscan este adorno para lucirlo con sus trajes.

“Para hacer los collares multicolores de chaquira tuve que aprender de mi esposo y mi suegra. Ahora mis hijos también aprendieron y nos ayudan para nuestra economía”, comenta Rosa Paqui, artesana.

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En las ferias también se dan a conocer platos típicos como el queso, cuy, mote, tamales y humas. Los turistas pueden observar la danza y música tradicionales de este localidad.

La vestimenta típica de los hombres del pueblo Saraguro es el pantalón corto y sobre el pantalón viene el zamarro color blanco, un cinturón con perillas de plata, la cushma, el poncho. La mujer lleva una pollera, sobre la misma un anaco plisado, blusa, el rebozo cogido con un tupo de plata, zarcillos de plata, collares multicolores. Ambos usan sombrero blanco.

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El alcalde de Saraguro asegura, con preocupación, que la forma de vestir de las nuevas generaciones es distinta, “algunos jóvenes asimilaron otro tipo de vestimenta y usan pantalones jean y camisetas”.

“Tal vez una de las cosas que ha empujado a estos cambios es el tema económico, la parada para una mujer le costaría unos $ 2.000 y para el hombre unos $ 1.500, solo el poncho vale como $ 1.000”, añadió. (I)