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El nuevo planeta, bautizado HD 143811 AB b, se encuentra a 446 años luz de la Tierra y orbita a sus estrellas madre a una distancia extraordinariamente corta.
El hallazgo desafía la creencia establecida de que los planetas relativamente pequeños tan cerca de sus estrellas no pueden tener atmósferas.
Se utilizaron datos de la misión Mars Odyssey de la NASA, que ha cartografiado más del 90% del planeta.
El evento podría ocurrir alrededor del año 2067.
El material alrededor de un agujero negro se acelera a velocidades extraordinarias y en ocasiones es lanzado fuera de la galaxia.
La NASA tiene como objetivo enviar astronautas a Marte a mediados de la década de 2030.
La señal fue emitida “en un momento en que el universo era muy joven”, apenas 700 millones de años.
Las auroras son impredecibles: si la tormenta se intensifica y el cielo está despejado, podrían verse más al sur del país.
Primero, el objeto espacial se acercará a la Tierra, a una distancia de 270 millones de kilómetros.
El Sol atraviesa su fase de máximo solar, el periodo más activo de su ciclo de once años.
Investigadores observaron directamente la emisión de dos fulguraciones solares de clase X en la región activa NOAA 14274, una el 10 de noviembre y otra el 11.
El cráter, ligeramente elíptico, mide unos 20 kilómetros de este a oeste y 15 kilómetros de norte a sur.
Un trabajo conjunto de los experimentos NOvA y T2K aporta nuevos datos clave y acerca a los científicos a resolver el misterio del universo.
Es la detección más clara de este fenómeno hasta la fecha.
Los relojes en la Luna avanzan 56 microsegundos más rápido por día que en nuestro planeta, una diferencia más baja que la registrada ahora en Marte.
El estallido generó un apagón de radio R3, uno de los niveles severos en la escala NOAA, que afectó las comunicaciones en el lado diurno de la Tierra.
El fenómeno se habría desencadenado por la composición interna del objeto, al calentarse comenzó a liberar materiales volátiles atrapados desde su formación.
La supernova, denominada SN 2024ggi, ocurrió en la galaxia NGC 3621, a unos 22 millones de años luz de la Tierra, en la constelación Hydra.
El fenómeno corresponde a la tradicional Luna Fría, y también se conoce como la Luna de las Noches Largas.
Aunque un agujero negro no emite luz, el material que gira a gran velocidad a su alrededor sí puede producir destellos esporádicos.