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Amagua detalló las urbanizaciones en que se cortará el suministro.
La Empresa de Agua Potable informó que el servicio se restablecerá paulatinamente durante la tarde.
La diligencia se dio en la Unidad Judicial Multicompetente de Daule, este martes.
La meta es llevar equipos de filtración de agua a la comunidad quichua de Serena, en la provincia de Napo.
Para este martes 5 de agosto, a partir de la 13:00, está convocada la audiencia por la demanda iniciada por la Defensoría del Pueblo en contra de Amagua.
El silencio del alcalde se vuelve intolerable en medio del constante desabastecimiento. El reclamo es que funcione ya.
El Municipio exhortó a la comunidad a que consuma lo necesario para evitar cortes repentinos o baja fluidez del servicio.
Vecinos alertaron de que el agua había llegado pasado el mediodía de este miércoles.
Con la apertura de compuertas del sistema La Mica y la instalación de nueva tubería, se inició la potabilización del líquido para su distribución progresiva.
Pabel Muñoz aseguró que al tener un menor consumo en la noche, las horas que se necesitan para llenar los tanques podrían ser menor.
Esta gestión oficiosa tiene un plazo de tres días. El trámite iniciado es contra “Amagua, Municipio de Daule y empresa pública del Municipio”, precisó Ortega.
Los vecinos manifestaron que los problemas empezaron este sábado, 19 de julio.
Alcalde Muñoz aseguró que la instalación de la tubería finalizará este lunes, pero no entregó un día exacto para la restitución del líquido vital.
Se estima que el agua comenzará a llegar a partir de las 12 horas posteriores al inicio del proceso.
En seis parroquias se suspendió el servicio por la rotura de una tubería.
Autoridades capitalinas anunciaron que el servicio volverá en las próximas horas.
Este domingo empezaría la cuenta regresiva para que el servicio retorne a seis parroquias.
Los usuarios permanecieron sin agua potable por más de cinco horas.
El Municipio y el Gobierno colocaron fuentes de abastecimiento del líquido vital para la población.
En porcentajes, el daño de los 300 metros de tubería en el páramo del Antisana representa el 1%; sin embargo, el 15% de la población quiteña ha sido afectada.