La iniciativa nació como parte del proyecto céntrico, hace dos años, en el cual se alinearon todas las estrategias de negocios y servicios del Banco Guayaquil, teniendo como centro de todo al cliente. Ahora la entidad financiera lanzó su nueva imagen, con un solo color: el magenta, un logo simplificado y una nueva identidad sonora; pero lo más importante, un cambio radical en su comunicación, con realismo total y prioridad a las observaciones, pensamientos y sugerencias de los clientes.