Con decisión, hace 205 años Guayaquil encendió la chispa de la libertad en Ecuador. La ciudad ha sellado su lugar en la historia, abriendo los brazos a hermanos de todas las provincias –y del exterior– que hoy con orgullo y alegría conmemoran el 9 de octubre de 1820.

Es justo rendir homenaje a la ciudad que es puerto, comercio, solidaridad, cultura y metrópoli de sueños colectivos, pero es oportuno hablar de los desafíos de la Guayaquil de hoy, que enfrenta otras formas de amenaza ante las que sus hijos no pueden cerrar los ojos.

Publicidad

Todo lo que debe saber del feriado del 9 de octubre

La violencia criminal, la desigualdad, la falta de oportunidades y la injusticia son enemigos comunes que tanto Gobierno central como local deben enfrentar.

En una entrevista al alcalde Aquiles Alvarez, él destaca el master plan 2050, una iniciativa a largo plazo en pro de la planificación; pero también aborda problemas sociales, como las personas en situación de calle, que solo en la ciudad se han incrementado en un 35 % tras la pandemia del COVID-19, según datos que maneja.

Publicidad

‘Los guayaquileños tenemos glóbulos rojos libertarios’: Guayaquil rinde homenaje a sus próceres

Solo en este último hecho confluyen pobreza, conflictos sociales e incluso situaciones de migración. Y exige acciones de distintos estamentos del Gobierno central y, ¿por qué no?, coordinación con la Alcaldía de Guayaquil, que –cercana a la problemática– podrá aportar datos y en conjunto buscar soluciones. Así como en la inseguridad, más allá de las atribuciones, a todos compete luchar por una mejor convivencia. Y es que Guayaquil se ha caracterizado por su espíritu libertario y su gente responsable y perseverante.

Que estos 205 años no sean solo una fecha: que sean una invitación a reencender el fuego de una ciudad que nació libre y merece seguir siéndolo, con dignidad y esperanza, con empuje y prosperidad. Guayaquileños no son solo los que nacieron en la urbe, sino todos los que se cobijan en esta casa de corazón grande. Velar por que el brillo de la ciudad se mantenga es tarea de todos, sumando, dialogando, aportando desde cada espacio, público o privado. (O)