Quito celebra 491 años de fundación. Este 6 de diciembre se conmemora el hecho de que Sebastián de Benalcázar llevó el acta de fundación al lugar donde se asienta hoy la ciudad capital. La historia señala que San Francisco de Quito fue fundada por Diego de Almagro el 28 de agosto de 1534, en las faldas del volcán Pichincha.
Si bien Quito cuenta con el desarrollo de las capitales, el aniversario fundacional es una fecha para que las autoridades rindan cuentas, analicen lo que se ha avanzado y muestren una planificación estratégica que considere la preservación del patrimonio cultural que la ha hecho conocida mundialmente; la sostenibilidad, la movilidad, pues pese al Metro, se mantienen problemas de accesibilidad por la limitación de alimentadores y dotación de servicios públicos para todos.
Los proyectos de una ciudad en crecimiento están obligados a mantener un orden. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos, este año el distrito metropolitano cerrará el año bordeando los 2’900.000 habitantes. Esto habla de una de las jurisdicciones más habitadas del país y también es donde más visitantes llegan.
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Mucho por trabajar y coordinar. Cuando se habla de orden no solo es en el crecimiento urbanístico en el que el sector privado se ha involucrado y siempre debe tener la mirada atenta de la sociedad, sino también en sus sitios emblemáticos.
El centro histórico de Quito es el primer centro histórico en el mundo declarado patrimonio de la humanidad, orgullo de todos los ecuatorianos. Lamentablemente, el comercio y las personas en condición de calle exigen atención. Esconder los problemas sociales no es una solución, hay que buscar orden y reducir la pobreza.
Quito merece que sus autoridades centrales y locales dejen de lado las confrontaciones y se sienten a pensar en cómo seguir haciendo de la capital una ciudad destino para el mundo y una urbe que ofrezca progreso y convivencia de calidad. Hoy los ecuatorianos celebramos a Quito, pero sus hijos también velan por ella. (O)
