Gran conmoción originan los terremotos de gran magnitud acaecidos en Siria y Turquía, donde ya se llevan contabilizadas la muerte de miles de personas, así como el colapso de decenas de edificios derruidos, que dejan sin viviendas a miles de personas.
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Otra tragedia humana que nos hace reflexionar sobre el precio tan alto que tiene la vida y el poco valor que alcanza en el mercado de valores del materialismo, en donde entre las acciones al alza más cotizadas, están las de intentar conseguir el éxito a toda costa, el ansia por poseer, el ‘valorar’ a las personas por lo que tienen, no por lo que son... ¡Ah!, y cómo no, el culto al vil dinero. ¡Cuánta superfiabilidad nos aleja del valor primordial de la vida como podrían ser valores más fraternos y humanos!
Un gran dolor para la humanidad. Sin duda. Descansen en paz los fallecidos en el terremoto. Ahora, que no les falten a los damnificados las ayudas más necesarias por parte de aquellos países más sensibles y preparados. (O)
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Jesús Sánchez-Ajofrín Reverte, España