Si los creyentes cumpliéramos lo dispuesto en 2 Crónicas 7:14 de la Biblia, Dios eliminaría el coronavirus; clama a mí, nos dice el Señor (Jeremías 33:3), por eso, no solo debemos rezar, leer la Biblia o asistir a los servicios religiosos, sino que el clamor tiene que ser permanente (1 Tes. 5:17), no secundario.

Pero hay otros virus que son tanto o más dañinos que el COVID, los virus del alma que dañan la mente y el corazón: rencores, odios, no valoración a nuestro prójimo, entre otros; nos afectan internamente alterando pensamientos y sentimientos, y perjudicando nuestras relaciones familiares, sociales, laborales, políticas... Por eso debemos establecer una verdadera relación racional y espiritual con Jesús (no solo religiosa o ritual) que nos libere de esas ataduras y lastres que nos impiden progresar en todos los sentidos. (0)

Miguel Xavier Ulloa Paredes, abogado, Guayaquil