Es conocido para quienes escudriñan la Biblia, que el faraón ordenó a las parteras egipcias eliminar a los niños varones nacidos de mujeres hebreas, para evitar un crecimiento excesivo de la población extranjera que estaba esclavizada en Egipto. La desobediencia de las parteras permitió el nacimiento de Moisés, quien fuera el líder del pueblo en el éxodo hacia la tierra prometida.

Más tarde en la historia, el rey Herodes ordenó eliminar a todos los niños menores de 2 años para evitar que pudiera crecer el ‘Rey de los judíos’, quien supuestamente le podía arrebatar su trono. La decisión de los padres de huir hacia Egipto le evitó la muerte prematura a Jesús, Salvador de la humanidad. Ahora son las autoridades modernas quienes ordenan asesinar a los niños desde el momento que reposan dentro del útero de sus madres, cuando autorizan el aborto. Ahora ni siquiera los dejan nacer, sino que los eliminan desde el vientre materno antes de que puedan ver los primeros rayos de luz. ¡Cómo ha crecido la maldad en el mundo! (O)

Gustavo Vela Ycaza, doctor en Medicina, Quito