Hago conocer mis malas experiencias en los hospitales del IESS. Estuve 35 años aportando al seguro social y llevo un poco más de cinco años como jubilado, y en todo ese tiempo muy pocas veces me hice atender en el IESS, y en esas pocas veces he tenido dos malas experiencias con médicos indolentes y funcionarios sin ánimo de servicio.

La primera mala experiencia fue hace cinco años, en la que profesionales del IESS me diagnosticaron cataratas y me indicaron que debía someterme a una operación. Tuve casi dos años en idas y venidas, pero nunca tuve un resultado positivo. En ese tiempo me endeudé para operarme particularmente.

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La segunda mala experiencia está ocurriendo en este momento. En la actualidad tengo problemas en las rodillas y fui diagnosticado con artrosis. Presento dolores muy fuertes en las rodillas y piernas. Con ayuda pude trasladarme al hospital del IESS en Ceibos hace ocho días. Me sometí a la anamnesis por parte de un médico traumatólogo. Se me hicieron exámenes de laboratorio, radiografías y ecografías, y el profesional me explicó que mi caso debía ser atendido por un médico internista, quien debía de darme el tratamiento adecuado. El pasado sábado, 13 de diciembre, tuve la cita con el profesional en el hospital Teodoro Maldonado, y lo que me dijo es que quien debe tratarme es el traumatólogo. Le solicité que por favor que me recetara algún medicamento para los fuertes dolores que presento, y este profesional me contestó: “Yo no lo voy a recetar”.

Esto demuestra que los profesionales en su gran mayoría son indolentes y no están preparados para brindar servicio a quienes pagamos el seguro social. En este espacio deseo pedirle al señor presidente de la República que lo que él tiene pensado hacer con los hospitales del IESS lo haga en el menor tiempo posible, porque no podemos los afiliados y jubilados continuar recibiendo malos tratos de parte de profesionales y funcionarios que no dan la talla para poder servir a quienes por ley deben servir. (O)

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Francisco René Alcívar Villegas, CBA, Guayaquil