El Municipio de Guayaquil debería buscar un mejor sitio para construir el nuevo aeropuerto internacional, pues el de Daular está en veremos. Tanto así, que cuando el actual alcalde termine su mandato en el 2027, el aeropuerto seguirá en el mismo lugar donde fue inaugurado con el nombre de Simón Bolívar en 1962 y cumplirá 65 años de antigüedad.
En el año 2006 el Municipio arregló el aeropuerto y lo llamó José Joaquín de Olmedo. Luego lo concesionó por 25 años (hasta el 2031) a una empresa privada, fecha que en teoría debería estar terminado el aeropuerto en Daular.
La mayor amenaza al proyecto en Daular es la cantidad de pasajeros, pues aún no llega ni a la capacidad del aeropuerto actual, por lo que es válido que el presidente Noboa proponga hacer un aeropuerto internacional en Taura, para los pasajeros de la región centro sur del Ecuador y que no tengan que atravesar Guayaquil para llegar a Daular. El aeropuerto en Taura también sería útil para los habitantes de La Aurora y de la avenida Samborondón o para los pasajeros de Guayaquil que Google les diga que llegarán más rápido a Taura.
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Otra ventaja de la Base de Taura es que la pista tiene 3,0 km de longitud, más larga que la del aeropuerto de Guayaquil de apenas 2,6 km. En cambio, la del aeropuerto de Tababela en Quito mide 4,1 km y es la preferida por las aerolíneas que en el año 2024 movilizaron alrededor de 4’737.367 pasajeros, mientras el aeropuerto de Guayaquil apenas movió aproximadamente 2’342.261 de pasajeros.
Conocí la Base de Taura y otros recintos de la II Zona Aérea porque fui asesor permanente de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. El mejor recuerdo que tengo es haber estado en el simulador del Kfir, un avión que se llenó de gloria en el Cenepa. Después estuve en el FOL de la Base de Manta con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. (O)
Carlos Luis Hernández Bravo, ingeniero civil, Samborondón