La IA es la fiebre del momento. Es una innovación tecnológica de gran alcance. Los centros tecnológicos del mundo desarrollado están dedicados a competir en este nuevo plano del avance técnico.
La IA es una repotenciación del software y la acumulación de recursos informáticos logrados hasta ahora, en la revolución de las IT, las tecnologías de la información. Consiste en unos nuevos programas, un nuevo software, capaz de alcanzar una eficiencia en las labores profesionales, no vista antes. Hay que aprender el manejo de ese nuevo software repotenciado.
Cada profesional, médico, ingeniero civil, arquitecto, abogado, etcétera, tiene que ver qué programas de la inteligencia artificial le pueden servir mejor en sus labores y aplicarlos, agotando las nuevas herramientas o recursos.
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China, potencia preocupada de estar a la vanguardia del desarrollo tecnológico, ha lanzado unos programas de enormes potencialidades y los ha puesto a disposición gratuita de todo el mundo, se anuncia, eso es muy bueno y hay que agradecerlo.
La innovación y el aprovechamiento de las patentes industriales dura poco en materia de tecnologías de la información. Ya sabíamos que uno a tres años era mucho tiempo en ese campo. Y cada vez ese tiempo se reduce más. Ya sabíamos que hoy en un año la ciencia y la tecnología avanzan más de lo que hace varios siglos avanzaban en 50 años.
Perdón que lo diga de esta manera, pero la IA es también hoy el gran negocio del momento. Y no está mal que así sea. Las universidades y centros de estudios superiores ofrecen ya posgrados en la famosa IA, maestrías y hasta doctorado. Algunos ofrecen diplomados. Una universidad por ahí ya está ofreciendo una carrera de tercer nivel en IA. Las universidades y estos centros educativos se han lanzado de lleno a cubrir las expectativas y requerimientos de este nuevo campo de conocimientos, que son complementarios con los conocimientos anteriores.
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Yo no dudo de que los ingenieros en software y tecnólogos en esta materia, con un poco de investigación y dedicación pueden entender mejor los nuevos tópicos y el manejo de los avanzados programas de IA.
No deja de sorprenderme como, tan rápido, ya pueden dar toda la formación de IA. Pero cuidado con adelantarnos demasiado en sustituir a los profesionales con las máquinas de IA.
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Señalo la gran plasticidad del cerebro de los ecuatorianos, la gran capacidad de adaptación a las innovaciones demostradas, con el manejo de la nueva moneda del dólar, la computadora, la informática, internet, el celular, las redes sociales, WhatsApp, y todas las tecnologías de la información.
Ahora toca navegar en la nueva corriente de la inteligencia artificial. (O)
César Alfonso Vaca Sánchez, abogado, Guayaquil