Hace apenas 30 días visité su hogar para devolverle el libro La estela del Amazonas, escrito por nuestro amigo Vital Alsar, y pude comprobar que la vida es corta y que, sin embargo, la ilusión perdura, los ánimos no decaen y que la productividad es permanente. Estaba dedicada a terminar un informe de labores de Solca, que cumplió 72 años de fundación días atrás.
Ahora que ha partido de este mundo terrenal no solo nos queda su recuerdo, su sonrisa eterna y su pensamiento lúcido, sino que deja un legado para quienes seguirán su estela de mujer valiente, solidaria y luchadora por las mejores causas de Guayaquil y del Ecuador.
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Aún recuerdo uno de sus últimos escritos en Cartas a EL UNIVERSO, cuando reclamaba más acción del nuevo burgomaestre en defensa de la ciudad de Guayaquil, y la respuesta sardónica de quien no comprende el papel del periodista identificado por las causas sociales, y muy en especial de la urbe huancavilca, a la que amó como si fuera una de sus hijas.
Aún recuerdo uno de sus últimos escritos en Cartas a EL UNIVERSO, (...) en defensa de la ciudad de Guayaquil...
Jenny Estrada Ruiz, tomando uno de los títulos de sus célebres libros, fue “Una mujer total”, como madre, como periodista, como escritora, como historiadora, una mujer despojada de los sortilegios improductivos que a nada conducen. A través de sus libros concebidos con mucha dedicación, con profunda investigación y razonamiento personal, transmitió el quehacer de aquellos seres e instituciones que se identifican con los más nobles ideales de una colectividad, entre ellas la Espol.
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Jenny Estrada: la historiadora de Guayaquil se ha ido
Su trabajo periodístico y literario, lleno de historias de Guayaquil y Ecuador, quedarán como documentos de consulta por quienes fuimos colegas cercanos desde sus inicios en el periodismo, y de aquellos que al revisar las páginas del calendario podrán interiorizarse de muchos acontecimientos. Descansa en paz, querida amiga. (O)
Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil