En diciembre existen conatos de incendio o incendio en inmuebles, negocios, etc., por las conexiones de focos para el árbol de Navidad, para el nacimiento, para las ventanas, puertas; por los equipos eléctricos, ventiladores, equipos de sonido, etc., conectados en una sola regleta o extensión para enchufes.
No he visto entrevistas a expertos en ingeniería eléctrica, con el objeto de recomendar cómo librarse de incendios por malas conexiones, por cables pelados, sobrecarga de energía, etc. Las crónicas rojas cada año dicen que hubo incendios por una chispa de un árbol navideño, un cable enchufado en la pared que olvidaron desconectar y se recalentó con el calor, etc. Las familias con el calor en diciembre, tienen las casas más calientes por las guirnaldas de luces, el horno prendido para dorar el pavo, chancho, gallina, la torta; los chispeadores, velas prendidas, etc. Por otro lado, hay los accidentes de quemados con camaretas, por portar botellas con gasolina, alcohol, licor y acercarse al año viejo con un fósforo encendido; tener un año viejo lleno de camaretas en la casa, el carro; por fabricación clandestina de petardos que explotan. (O)
Etelvina Cabezas J., Durán