¿Alguno de ustedes se dejaría operar por un cirujano que esté chuchaqui? ¿Alguno de ustedes se embarcaría en un bus con el chofer chuchaqui? Creo que la respuesta de ambas preguntas es: “por supuesto que no”. Sin embargo, ellos podrían alegar “pero si ayer fue mi día libre, y tengo derecho a divertirme”, tal y como dijeron recientemente unos futbolistas de la selección ecuatoriana de fútbol. Alguien podría decir: “pero no se puede comparar la responsabilidad de un médico con la de un futbolista”, y eso es verdad, entonces que alguien me explique ¿por qué un médico gana 10 e incluso 20 veces menos que un futbolista de mediana calidad?

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Lo que yo veo en el caso de estos futbolistas es que no entienden, no comprenden y no captan que el fútbol actual es una profesión muy exigente y competitiva, seguida por millones de personas, quienes gastan mucho dinero siguiendo este deporte, mientras que ellos actúan con una pasmosa y quemeimportista.

No son Messi

Algo que me apena aún más es ver el concepto de “divertirse” que muchos ecuatorianos tienen. Diversión puede ser ir al cine, al teatro, a pasear, a visitar museos, leer un buen libro, pero no, eso no es diversión; diversión es ir a un club nocturno, a una barra, a una discoteca, tomar alcohol y quizá incluir sustancias prohibidas. Esos no son profesionales, sino unos frívolos, por ese motivo, yo a lo menos me he alejado de los estadios. No voy a gastar mi dinero para ver a unos irresponsables. (O)

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David Ernesto Ricaurte Vélez, ingeniero mecánico, Daule