¿Qué futuro les espera a las generaciones venideras con los ejemplos que ven de la clase política que rige los destinos de un país?
La verdad, solo Dios lo sabe. Nosotros solo pensamos en un futuro incierto que se visualiza.
Si los ecuatorianos no hacemos conciencia de lo que realmente está pasando, el Ecuador va a ‘desaparecer’ en los principios y valores.
Publicidad
¿Los ecuatorianos todavía vamos a permitir que la corrupción siga jugando con nuestro destino y el de nuestros hijos?
Es decepcionante ver cómo los intereses personales se anteponen en primer lugar para satisfacer actos egoístas, codiciosos, manipuladores, injustos, etc., por unas ideologías que solamente buscan destrucción, división de pueblos, saqueos..., poder...
Lamentablemente, un presidente cómo puede tener suficiente equipo de líderes para gobernar cuando existe tanta corrupción, fuerzas de oposición, trabas..., con las consiguientes pérdidas de tiempo, de energía, de recursos..., para realizar obras, sacar a adelante a un país. ¿Por qué quien quiere laborar no puede contar siempre con un grupo de servidores aunque de distintas tendencias, que trabajen, se apoyen por y para los ciudadanos y el país? Debemos ser empáticos, teniendo aciertos y desaciertos, pero en el momento de tomar decisiones intervenir oportunamente para llevar a cabo las ideas, los planes, solucionar los problemas; quizás evitar que se presenten de nuevo.
Publicidad
Traigo a colación a la ex Asamblea Nacional (disuelta por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, con la muerte cruzada amparada por la Constitución), que olvidó que fue elegida para trabajar por el pueblo, y opino que realmente debía dejar de existir. A cambio, debería haber un representante por cada provincia, que realmente se preocupe por su comunidad. (O)
Gladys María Ortiz Pin, estudiante de Comunicación, Guayaquil