Escuché las declaraciones del vencedor y del perdedor; de este último, yo opino, fue una falsa imploración como curándose en salud por alguna acción jurídico-legal, con palabras sentimentales queriendo lavar el corazón por su persecución política, defendiendo al capo y todos sus compañeros de tantos diezmos, inmoralidades; cuán equivocado y mal aleccionado estuvo.

Hay que indicarle que no hay que confundir persecución política con el justo derecho del Estado y del pueblo de recuperar lo robado. (O)

Publicidad

José González Williams, pediatra, Guayaquil