Algunos conductores de buses con puertas de vidrio, del servicio público de Guayaquil, durante la jornada diaria al llegar a los paraderos no abren la puerta de adelante para que suban los usuarios, sino que abren la puerta de atrás para que suban y quedarse con el valor del pasaje al no marcar la subida.

Los agentes de tránsito de la ATM –Agencia de Tránsito y Movilidad– deben controlar a los choferes en los paraderos de los referidos buses, que abran la puerta de adelante, no la de atrás; así como también que los dueños de estos buses instalen cámaras de video en la puerta de atrás, a fin de evitar que cojan pasajeros por esta puerta. (O)

Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil