Este tucán tiene una característica única que solo se puede apreciar si se observan juntos el macho y la hembra

Se conoce como dimorfismo sexual. En el reino de las aves los machos suelen ser los más llamativos, engalanados por colores brillantes y plumajes excelsos, esto con la finalidad de atraer a las hembras y poder prolongar la especie.

Las hembras por lo general presentan tonos más discretos, incluso apagados, por lo que resulta una rareza cuando las aves de ambos sexos son de colores semejantes. También cambian en su tamaño entre un sexo y otro.

En el caso de los tucanes, aves que viven en entornos tropicales caracterizadas por enormes picos y vistosos colores, el único que presente dimorfismo sexual como tal es el Tucán orejiamarilla (Selenidera spectabilis), por lo que macho y la hembra tienen diferencias marcadas.

Captan el momento exacto cuando una de las aves más bellas del mundo entra a su nido: “Es un hermoso regalo de la naturaleza”

Esta especie vive en las selvas de Colombia, Ecuador, Costa Rica, Honduras y Panamá.

¿Cómo diferenciar la hembra del macho?

El Museo Nacional de Costa Rica, uno de los países del continente americano con mayor biodiversidad, indica que el Tucán orejiamarilla, también conocido como tucancillo orejiamarillo es el “único tucán que presenta dimorfismo sexual evidente”.

La principal diferencia entre el macho y la hembra está marcada por “la coloración de sus cabezas, el macho posee unos penachos amarillos a los lados, y la hembra posee una banda de color rojizo en el medio”.

No obstante, aclara el Museo Nacional de Costa Rica, más allá de este caso puntual de dimorfismo sexual, en los tucanes no es sencillo identificar a las hembras de los machos. Lo más idóneo para ello es tratar de mirar el pico, que en los machos por lo general es más largo que el de las hembras.

Esta “variación es perceptible solo cuando se observan juntos”, añade el museo. (I)

Es una de las aves más pequeñas del mundo y lleva el nombre de dos piedras preciosas, las hembras fabrican sin ayuda los nidos y crían solas a sus polluelos