Un descubrimiento arqueológico cerca de la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, despertó el interés de creyentes e investigadores.
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La zona del Calvario, que era una cantera, fue gradualmente abandonada y utilizada para fines agrícolas y funerarios en el siglo I d.C.
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Un descubrimiento arqueológico cerca de la Iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, despertó el interés de creyentes e investigadores.
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