Hasta hace unos meses la vida le sonreía a Elliot Godfrey. Disfrutaba de buena salud, del amor de su esposa Jessica Ormrod, con quien lleva cuatro años de casado, y del nacimiento de su primer hijo, un bebé con una sonrisa destellante.
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Elliot Godfrey pensaba que recurrentes dolores de cabeza eran resultado de los trasnochos propios de la paternidad.
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Hasta hace unos meses la vida le sonreía a Elliot Godfrey. Disfrutaba de buena salud, del amor de su esposa Jessica Ormrod, con quien lleva cuatro años de casado, y del nacimiento de su primer hijo, un bebé con una sonrisa destellante.