La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse, como también lo hicieron los drones de ataque en los conflictos de la era moderna.
Con China como uno de los mayores productores de drones del mundo, a su vez un aliado clave de Rusia, Estados Unidos busca blindar sus sistemas de defensa por lo que se apresura a modernizar cada vez más su industria de drones de ataque.
Uno de los prototipos en desarrollo es el Valkyrie XQ-58A, un dron de combate “diseñado para transportar armas o asistir a aviones de combate mediante inteligencia artificial”, explica su fabricante, Kratos Defense.
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El Valkyrie XQ-58A puede recorrer 4.800 kilómetros a una altitud de hasta 13.700 metros, detalla la compañía que lleva años perfeccionando este prototipo de vehículo no tripulado.
“Los expertos afirman que este vehículo no tripulado podría desempeñar un papel importante en un esfuerzo multimillonario del ejército estadounidense para usar la IA para expandir sus recursos y mantenerse a la par con adversarios cada vez más avanzados como China”, recalca la empresa.
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Más drones, en menos tiempo busca Estados Unidos
El pasado 18 de julio en el Pentágono se exhibieron 18 prototipos de drones fabricados en Estados Unidos, según reseñó el Departamento de Defensa en su página oficial.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, señala que los drones son la mayor innovación en el campo de batalla en una generación, de allí que para Estados Unidos resulta crucial avanzar en el desarrollo de nuevos prototipos en el menor tiempo posible.
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Los drones, indica, “son responsables de la mayoría de las bajas de este año en Ucrania. Nuestros adversarios producen colectivamente millones de drones baratos cada año”.
En contrapartida, el ejército de Estados Unidos carece de las cantidades necesarias de drones pequeños y letales, por lo que ahora se enfocan en producir más y con mayor rapidez. (I)